Encontrar dos quintillizas es más difícil de lo que creí. El bosque en donde estoy es más oscuro y frondoso cada vez que uno se adentra más y más.
La luz de la luna no está de a mi favor hoy y no tengo visión nocturna como el de los gatos. Se me ocurrió fue saltar de árbol en árbol como un mono, pero lo único que hace es golpearme contra las ramas.
“¿Dónde pueden estar?” Murmuré para mí mismo. “¡Itsuki! ¡Nino! ¡Vengan aquí, chicas!” Silbé intentando que vengan a mi llamado.
Bajé al suelo para ir a buscarlas caminando y que no me pregunten porque estaba en los árboles.
Seguí tras varios minutos y lo único que podía escuchar eran los gritos de los estudiantes en la prueba de valor. Esto no es bueno, si no las encuentro, puede que estén en muchos problemas.
'¿Y si fueron al risco? Ay no' Con ese pensamiento en mi mente, corrí con todo lo que pude hacia el siguiente destino.
“¡Ah, el bosque termina aquí!”
Escuché claramente la voz de Nino a pocos metros de mí así que apresuré el paso. Cuando llegué, vi lo que más temía… ella estaba cayendo hacia el risco.
“Ah”
“¡¡NIÑO…!!”
Corrí y salté hacia el risco, atrapandola en mi brazo derecho. No lo pensé, solo actué. Con el brazo izquierdo, me sujeté al muro de rocas, salvandonos de una horrible caída.
“¡Agh!” Gruñí al golpear mi espalda contra las rocas.
“¡¿K-Kai?!” Ella balbuceó con lágrimas en los ojos y todavía aferrada a mí.
“No mires hacia abajo” Dije mirándola a los ojos.
“¿P-por qué?” Preguntó intentando bajar la mirada. “¿Qué tan alto estamos?”
“No mires” Ordené con seriedad. “Solo mírame a los ojos. Concentra tu mirada en mí y solo en mí, Nino”
Sus ojos se quedaron hipnotizados en los míos y lentamente asintió en silencio.
“Ahora, pon tus piernas alrededor de mi cintura” Hizo lo que le pedí. “Sujetate fuerte… esto será un poco movido”
Con el poder de la fe, empecé a subir usando toda la fuerza en mi brazo izquierdo y en las piernas. Escalar no sería difícil, pero cuando lo hago de espaldas y cargando un peso extra es muy difícil.
'¿Cuántos metros caímos, 10 metros? Me duele el cuerpo' Pensé mientras subía el último metro.
Al llegar me dejé caer al suelo, con Nino aún aferrada a mí y ocultando su rostro en mi pecho. “¡Nino! ¡¿Estás bien?! ¡¿Estás herida?! ¡Dime algo!” La escuché sollozar. “¿Nino?”
Ella levantó su mirada hacia mí, mostrándome su rostro lleno de lágrimas y con rubor. “¡Idiota!”
“¡¿Eh?!”
Empezó a golpearme el pecho muchas veces. “¡Eres un idiota! ¡Idiota! ¡Idiota! ¡¡IDIOTA!!”
“¡Ou! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Arriesgué mi vida para salvarte y así es como me pagas?!” Pregunté enojado.
“¡Ese el problema!”
Me confundí. “¿Qué?”
“¡Pudiste haber muerto por mi culpa, idiota!” Me reclamó por ello. “Saltaste sin siquiera haberlo pensado y… y… ¡Te odio!” Otra vez ocultó su rostro en mi pecho.
Solo pude suspirar ante el enojo de Nino. Sí, sé que fue peligroso, pero por eso tengo entrenamiento que ella y sus hermanas no tienen ni idea.
“Lo siento, pero solo sentí la necesidad de salvarte, Nino” Dije acariciando su espalda. '¿Cuándo lo hice? No tengo idea' “Y ahora estamos bien, ¿no es mejor alegrarse por eso?”
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Una tsundere en tu vida (Nino x OC) (Terminada)
RastgeleKai Whitmore, un joven hawaiano que vive en Japón desde los 10 años, estudiante del Hechicero supremo, conocerá a cinco chicas que cambiará su vida. En especial cierta chica con listones en forma de mariposa. (OC x Nino)