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Yoongi a pesar de que se sentía cansado y algo pegajoso no se durmió tan pronto, simplemente se quedó observando el rostro tranquilo y relajado de la persona frente a él. Y luego de acariciarlo por varios minutos el sueño por fin fue más fuerte que él y decidió que lo mejor sería dormir un poco.

No fue hasta la mañana siguiente que unos golpes en la puerta se escucharon, Yoongi, al ser él de sueño ligero se despertó de inmediato escuchando la voz de la señora Jeon que los llamaba. Al parecer ya había amanecido y ellos aún estaban pegajosos, sudorosos... y desnudos.

—Jungkook... Jungkook... amor, despierta tú mamá está en la puerta... amor.

Somnoliento se levantó sin tomar en cuenta las condiciones en las que se encontraba, por fortuna se percató de eso antes de abrir la puerta.

—Mgh~ ¿Qué necesitas?

—Tú padre quiere que lo ayuden con el árbol, tomen una ducha y bajen, preparé un panqué de nuez. —dijo la mujer con ese tono burlesco que los delataba, era su madre ¿Cómo no sabría lo nervioso que se pone cuando sentía que lo descubrían?

Con algo de tristeza por abandonar la calentita cama, Yoongi se sentó sobre la cama aún desnudo y medio dormido mientras observaba una pantufla al otro lado de la habitación, al menos hasta que se sintió lo suficientemente despabilado como para tomar una de las toallas de la habitación y el primer turno para ocupar la ducha.

Se aseguró de haber limpiado completamente su cuerpo, de haberse desecho de cualquier fluido pegajoso que le impidiera mantener la pulcritud de su persona. Luego de 20 minutos salió de la ducha para sentarse en la cama envuelto en las sábanas de la cama vestido con un suéter de Jungkook y su pantalón de pijama.

Por su parte Jungkook, luego de haber sido echado del cuarto de baño cuando intentó meterse con su novio buscó el pijama que se pondría. Al finalizar Yoongi él inmediatamente entró tallando su piel para dejarla limpia con el agradable aroma que caracteriza, los residuos de tinte sobre su pelo poco a poco se desvanecían. Sin más salió usando una toalla al rededor de su cadera.

—¿Te quedas a descansar o bajas, bonito?

—Creo que lo más educado sería bajar. Además... tengo hambre.

Teniendo la perfecta vista de ese musculoso trasero mordió su labio observando a detalle como los músculos de su espalda y brazos se flexionaban al ponerse su pijama.

En eso, su estómago gruñó. Tenía hambre, pues desde la noche anterior no había comida nada. Con un puchero extendió sus brazos a su novio para que lo cargara hasta la cocina.

—La cocina de tu madre huele delicioso~

—Sin duda alguna

—Gracias Yoongi.

Su madre colocó un plato con el dichoso posre frente a ellos, tenía una pinta espectacular y a Yoongi se le comenzaba a hacer agua la boca.

—Jungkook, hijo pásame platos para todos, cielo —pidió y Jungkook tuvo que dejar a su novio para hacer lo que se le pidió —Ahora sí tenemos tiempo para charlar, te pido disculpas Yoonie, somos personas muy atareadas.

—No tiene que disculparse, señora Jeon. Yo entiendo completamente.

Ni siquiera se había dado cuenta de que no había ofrecido su ayuda y solo se había sentado así, sin más. Eso lo hizo sentir muy desconsiderado, inmediatamente se puso de pie y se acercó a la señora Jeon para poder contribuir en algo.

—¿Necesita que le ayude en algo? Me senté sin acomedirme, discúlpeme.

—Tranquilo, me parece que no necesito ayuda por el momento y si fuera así, para eso le di la vida a Jungkook.

Viraha | Kookgi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora