Volviendo A Casa

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Hoy era verano, Créssida terminó sus estudios en Hogwarts y de medimaga, por lo que ya volvió a casa, pero hoy no era un día cualquiera, esa noche era el baile en el que anuciarían el compromiso arreglado de George y Créssida, claro que sin la parte de arreglado.

La rubia estaba en su habitación, desenrredándose el pelo con su precioso cepillo de girasoles, que le dejaba un delicioso aroma en su melena.

La puerta de su cuarto se abrió, dejando entrar a su abuela, que sonreía mientras miraba a su nieta con orgullo.

- Mi florecita perfecta, estas tan guapa, tan perfecta

La abuela se sentó junto a ella, terminando de cepillar la melena de su nieta mientras le hablaba.

- Hoy anunciaremos tu compromiso con George, recuerda que si no quieres casarte con el podemos buscar a otro o otra, como tu quieras

- No, George es un buen chico y quiero casarme con el, será bueno para el milagro

- Me alegra de que pienses así, gracias a nuestro milagro tenemos una casa y una familia feliz y unida, tenemos que honrarlo y enorgullecerlo

- Si abuela

- Ahora prepárate, los invitados llegarán y tienes que vestirte, hoy será una noche perfecta, como el resto de tu vida ¿Entendido, mi princesita?

- Entendido

La abuela abandono el cuarto, a lo que la rubia se dirijio a su armario y cojio su nuevo vestido que la mansión hizo para ella, como todos los días le prepara algo nuevo para ponerse.

- Gracias Casita por el nuevo traje

Esta movió el suelo como muestra de cariño.
La Gryffindor se puso el vestido azul claro con flores celeste más oscuras.
Para los zapatos la mansión le puso unas bailarinas turquesa.
En su pelo puso una flor añil de tamaño normal y otras pequeñitas por todo su pelo del mismo color que la primera.

La casa estaba decorada con vegetación de distintos tipos por parte de la oji-azul.

Todos ya estaban listos, solo faltaba la entrada estrella que la abuela ordeno hacer a Cressi.

Los Weasley hablaban y se burlaban de cómo George no paraba de buscar a su prometida con la mirada.

- ¿Quien lo iba a decir? George Weasley enamorado -Habló con sorna Percy-

- Y se va a casar con ella -Siguió la broma Lee Jordan que vino como invitado de los Weasley-

- Y tener muchos niños rubios y pelirrojos -Termino Fred-

- Oh callaros -Dijo con cansancio el chico mientras rodaba sus ojos-

Un foco blanco señalaba a un lugar de la sala, en el que estaba Créssida bajando por la barandilla creando flores en esta. La sala entera estayo en aplausos, la joven no sólo era una cara bonita y una mente brillante, también era la más amable y bondadosa de la familia Malfoy, ganándose la completa adoración de la mayoría de personas del pueblo.

- Pues está más buena de lo que recordaba -Comentó Lee para que George lo escuchara-

- Ni se te ocurra Jordan -Amenazó el pelirrojo-

El moreno levantó las manos en señal de inocencia, haciendo que los Weasley empezarán a reírse, hasta que la abuela ordenó silencio con una sola mirada.

- Querida gente de Encanto e invitados de fuera, como todos sabréis, mi querida nieta Créssida Narcissa Malfoy Black va a ser la próxima heredera del milagro, y, para mejorar el milagro necesitamos más bendiciones mágicas, por lo que nuestra perfecta Créssida va a casarse, y no con cualquiera, ambos, aunque me quieran matar por la vergüenza que les debe estar dando, están enamorados, son el uno para el otro, tienen una relación preciosa, y, esto igual no os importa, pero, habeces, cuándo los miro, veo a mi Abraxas y a mi siendo jóvenes, puede parecer una tontería, pero ambos me dan el mejor de los regalos, poder verme a mi y a Abraxas de nuevo, antes de que, bueno, ya sabéis... -La abuela no podía seguir hablando, por lo que le hizo una señal a Créssida y George para que subieran y continuará por ella-

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