WORST BEHAVIOR

18 2 0
                                    


Estoy en el coche para llegar a la casa del señor Beckham, mi padre no me habla desde ayer por la noche, expecíficamente en el momento en el que se entero de que me había escapado, me vino a buscar a la discoteca y se llevo consigo también a Ben y a Layla, me dio un poco de pena Ben porque justo estaba ligando con un chico cuando mi padre le recogió.

Pero la peor parte me la lleve yo cuando llegue a mi casa, mi padre llevo a Ben a la habitación de invitados y a Layla la acoste a mi cama, y cuando mire a mi padre con los brazos  cruzados lo sabía me quedaba poca vida, me regaño bastante y lo acepte, la verdad me arrepentí de escaparme cuando vi la cara de preocupación de mi padre, cuando terminó de regañarme fui a mi habitación y empezé a hacer la maleta, la conclusión de todo fue un mes sin móvil, no me importo mucho la verdad con mis libros soy feliz.

_Keyla, ya hemos llegado.

La voz de mi padre me llega, se ve que no estaba muy atenta, pero cuando salgo del coche me encuento con un chale de dos pisos, mi padre toca al timbre y sale un señor que tendrá unos cuarenta y seis años, abraza a mi padre como si nunca hubieran perdido el contacto y fueran amigos de toda la  vida, entonces deja de abrazar a mi padre y parece buscar algo, pero cuando sus ojos dan conmigo lo pillo.

Yo era lo que estaba buscando.

_¿Está es Keyla?_. Le pregunta a mi padre mirandolo a los ojos, cuando mi padre asiente él se queda mirandome muy raro.

Que mal rollo da, me mira fijamente de arriba a abajo y viceversa, esto se esta poniendo raro, no se porque pero al mirarlo lo sé, este tio no es de fiar.

Pero no me da tiempo a reaccionar cuando viene hacia a mi y me abraza fuertemente.

Muy fuertemente.

_Eres igual a tu madre, como dos gotas de agua.

No me gusta que me abrazen desconocidos, pero no hago nada, parece bastante entusiasmado con que me parezca a mi madre.

_Si, me lo suelen decir.

Me quito sus brazos del alrededor mía con cuidado, pero no se le borra la sorisa, de hecho parece que se le acentúa.

_Te presentaría a todos mis hijos pero mis dos chicos están fuera pero tranquila viene por la tarde , en cambio mi hija Melany esta dentos. Pasad y así vereis donde os quedaré, is y de paso te la presento o prefieres descansar, no se pero tu cara me lo dice.

¿A sí? Mi cara de no haber dormido en toda la noche y por la mañana tenerle que haber contado a tus amigos que te ibas por un tiempo y tener que soportar lloros mientras tu padre te mira mal desde el pasillo.

¿Tengo mala cara?

Pero me reprimo, mi mal humor no tiene nada que ver con el pobre señor.

_Si, la verdad esque me gustaría descansar ha sido una noche intensa.

_¿Muy intensa no?_dice mi padre, vale , esa se la he puesto fácil, me la merecía_¿Me podrías poner la habitación cerca de la de mi hija Bechham?

_Emm, si claro lo intentaré pero muchas habitaciones ya han sido ocupadas por los empleados de la casa.

_Vale, no pasa nada_. Vale las cosas con mi padre van a estar así por unas semanas, creo que lo  soportaré.

_Bueno pues seguidme a que os enseñe las habitaciones.

El señor Beckham entra en la casa, ¿se supone que le tenemos que seguir?, lo confirmo cuando mi padre le empieza a seguir, bueno, parece que no hay opción.

Pero lo increíble es cuando entras en la casa, lo primero con lo que me encuentro es un espacio gigante, en la izquierda hay unas escaleras que suben a la planta superior a mi derecha me encuentro el salón, no tengo tiempo a observarlo todo muy bien ya que el señor Beckham y mi padre ya estan en las escaleras, así que me tengo que apresurar para seguirlos en la planta de arriba solo son pasilllos llenos de habitaciones y todo en blanco. Esto sería el típico lugar en donde harían los sacrificios las sectas, no puedo evitar pensar.

El señor Beckham lleva a mi padre a su habitación y por suerte nuestras habitaciones no están al lado.

Pero ahora me da más mal rollo quedrame con él, me lleva a mi habitación y me sorprende que mi habitación este tan lejos de la de mi padre.

Los pasillos no tienen ningún tipo de decoración , ningún cuadro, ninguna planta, nada, absolutamente nada, bueno hay puertas.

Pero como de grande es esta casa ya hemos dado cien mil vueltas.

Cuando por fin llegamos a mi habitacion lo único de lo que tengo ganas es de tirarme a la cama y dormir. Pero parece que el señor Beckhan no parece tener las mismas ideas que yo ya que antes de entrar en la habitación y me agarra del codo suavemente, cuando ve que le miro extraña él quita su agarre rápidamente.

_La habitación es toda tuya, el antiguo empleado recogió todo así que lo puedes decorar como quieras.

_Vale...

_Se que te enterastes hace relativamente poco, pero me alegro de que hayas venido con tu padre, por el tema colegio no te preocupes, no iba a dejar que la hija de mi mejor amiga estudiase con unos cualquieras así que te he apuntado al colegio de mis hijos y tu padre está encantado.

_Muchas gracias pero no hacía falta de verdad.

_No, no si hacía falta, descansa te levantaré cuando vallamos a comer y conocerás a mi hija, ¿vale?

_Si, claro

Al entrar en mi habitación cierro la puerta rápidamente, y no se me tarda de olvidar todo o que ha pasado cuando veo la habitación.

A la izquierda tengo una cama y una estantería con diferentes tipos de libros, a mi derecha tengo un escritorio con una lámpara al lado. Es el doble de mi antigua habitación o el triple, las paredes también son blancas, y la iluminación también es perfecta. 

Esque aquí es todo perfecto o que.

Me tiro a la cama esperando que el sueño venga a mi, pero antes de eso una pregunta viene a mi mente.

¿Libros?, ¿Por qué hay libros en la estantería?, ¿El antiguo empleado lo había recogido todo?

Me levanto de la cama y me acerco a la estantería, a lo mejor soy yo exagerando y solo serán de los típicos libros de decoración.

Pero me equivoco al abrir un libro.

Pues no, no son falsos.

Me encuentro con una copia de Cumbres Borrascosas en las manos, las hojas están amarillentas, parece que ya tiene sus años.

Recuerdo que era el libro favorito de mi madre, siempre que se aburría se lo releía una y otra vez,  intenté leerlo pero no era mi tipo de lectura.

Ojeo las ojas mientras recuerdos de mi madre viene a mi, pero algo llama mi atención.

Un papel.

Está doblado por la mitad.

¿Lo debería de abrir?

Aunque el señor Beckham no me de muy buenas impresiones tampoco debería de invadir su privacidad. Pero él me dio la habitación y él abra revisado mil veces la habitación, si no quería que tuviese esto él lo habría quitado.

No tardo mucho en abrirlo, que puedo decir, la curiosidad mato al gato, pero el gato murió sabiendo.

Abro la nota esperando cualquier cosa, todo, menos lo que tenía escrito.

No todos son coincidencias Keyla y tu madre lo sabía.



  


Mentiras PiadosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora