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Nunca, pero jamás en su vida Takemichi pensó que se encontraría en el aeropuerto, con sus padres esperándolo y con dos alfas pegados a él como garrapatas negándose a dejarlo ir.

El rubio teñido miraba de forma nerviosa a sus padres, podía oír claramente como su madre se lamentaba por no saber de su vida amorosa y como su padre planeaba un asesinato, no hablaba de eso pero Takemichi podía intuir que eso pasaba por la mente del alfa de cabello rubio y ojos verdes profundo, ya que el aura que lo rodeaba no era muy agradable que digamos.

—Suéltenme!!!

Grito mientras forcejeaba en un nulo intento de alejarse de los Tachibana.

—Ne ne Takemichi-kun, no quiero que te vayas!! Si es por lo que el idiota de Mikey y sus tontos amigo hicieron

El de ojos azules negó ante lo dicho por la alfa de cabello corto, no era por eso, él nunca escaparía como un cobarde, a no, todo menos eso, y ni siquiera tenía que huir, ya que de lo que fue acusado no era culpa suya, era inocente así que no tenía porque temer, la razón por la cual se iba era porque alguien no pudo mantener la boca cerrada y llamo a sus padres para contarles que tuvo unos problemas —Por no decir que les contó que se involucró con una pandilla— y que terminó en el hospital, si, desde el momento en que Naoto hizo esa llamada su viaje al extranjero se aseguró.

—Takebebé ya tenemos que irnos!!

Le llamo su madre mientras sostenía con fuerza a su padre, evitando que este saliera corriendo a golpear a los Tachibana.

—Hina-chan no me voy por lo que sucedió con la Toman, sabes, yo no huiría de ellos ya que hice nada de lo cual avergonzarme, pero si alguien no hubiera abierto la boca

Al decir esto miro con una mueca de enfado a Naoto, el cual estaba bien pegado a su glándula omega, Takemichi no iba a negar que le provocaba unos ligeros escalofríos sentir el aliento del alfa menor en esa zona tan sensible, pero no dijo nada ya que podía ver cuan afectado estaba el menor con su partida.

—Prometo que voy a regresar, esto no tiene que ser un adiós definitivo 

Ante lo dicho por el omega ambos alfas sonrieron y lo dejaron ir, pero cuando el omega empezó a caminar hacía sus padres unas voces que gritaban su nombre a todo pulmón lo hicieron voltear, viendo como una omega de cabellos albinos corría en su dirección con una cara llena de de felicidad atrás de ella venía otro pequeño grupo, los cuales llevaban consigo unas cuantas maletas, al parecer ese día estaba lleno se sorpresas. 

—Michi!!
—Takemichi!!
—Senju!! Akkun, chicos!!

Senju rápidamente abrazo al rubio mientras gritaba lo emocionada que estaba por viajar con él al extranjero, algo que dejó confundido al chico, mientras los padres de este habrían la boca como pescados.

—Senju, pero que dices, ¿Cómo que van a venir conmigo?

Preguntó mientras miraba a sus amigos.

—Tus padres nos ofrecieron eso, dijeron que podíamos acompañarte si pedíamos permiso!! Y lo obtuvimos!! No es genial?!!

Grito de forma alegre Kazushi mirando con una sonrisa a los mayores, los cuales se pusieron pálidos.

—Te dije que esos niños eran capaces de conseguir los permisos
—Ya perdón, pensaba que no podrían
—Ahora como le digo que habrán más personas de lo planeado

Hablaban entre ellos los dos adultos, nerviosos por la situación, claro, les habían ofrecido eso a los menores pero nunca pensaron que estos lograrían llegar tan lejos, ahora tenían un problema.

—Papá, mamá, ¿Enserio?

Al escuchar la voz de su hijo ambos voltearon de forma rápida y sonrieron, no podían arruinar la felicidad de los menores.

—Claro que si, además Takemichi, vas a poder disfrutar junto con tus amigos, nosotros aún tenemos que arreglar un poco de papeleo, así que te ibas a quedar con tu prima, ¿No es eso fabuloso? Digo, van a poder visitar un hermoso país, todos juntos, podrás olvidar los malos ratos y podrás ver a tu prima latina
—Tus padres son los mejores Takemichi

Dijo Senju, además que también aprovecho el momento para ir a conversar con los mayores, por otro lado Makoto le sonrió de forma juguetona a Takemichi, el cual ya se hacía una idea sobre lo que rondaba por la cabeza del chico.

—Espero que me presentes a tu prima
—Ella te castra si te portas pervertido
—Asi me gusta, bravas para que me peguen
—Ay cállate

El grupo de adolescentes se echó a reír mientras Naoto e Hinata hablaban con su padre, el cual llegó pisandoles los talones al grupo.

—Entonces, podemos ir
—Si, pero tengan cuidado
—Lo tendremos

Naoto tenía una pequeña sonrisa mientras Hinata se sentía observada, pobre, al parecer alguien ya le echo el ojo.

Bueno, luego de eso llamaron al vuelo y todos tuvieron que partir, estaban tranquilos sin percatarse de la presencia de dos personas que observaban todo desde lejos.






Un rubio cenizo frunció su ceño al escuchar todo lo que le decían por teléfono, en verdad tuvo la esperanza de que lo hubieran engañado y que aquello de que Takemichi era un traidor fuera mentira, pero viendo como este huía ya no le quedaba ninguna duda, el "beta" era un traidor.

¿Perdón? ¿Por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora