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Cuando al fin pudieron aterrizar todos estaban cansados pero no tuvieron tiempo ni para respirar cuando ya una noticia que a su vista no era muy buena les cayó encima. 

—Tenemos que irnos, al parecer sucedió algo con la empresa y nos necesitan, estamos seguros de que podrán ir solos hasta la ciudad de Isabel, Takemichi ten pueden usar las tarjetas de crédito para lo que necesiten pero tengan cuidado, nosotros debemos irnos 

El Hanagaki mayor se acercó a su pequeño hijo y le dio un beso en la frente, revolviendo el cabello teñido del menor se despidió, claro, no se fue sin antes darles una mirada de amenaza a los alfas del grupo, estos temblaron un poco ante esto.

Después de que la pareja se fuera todo quedó en silencio, mismo que fue interrumpido por un determinado omega.

—Muy bien, vamos a llegar hasta donde mi prima sin dificultades, ¿Qué podría salir mal?

Sus amigos sonrieron y tomaron sus maletas para salir del aeropuerto, todos estaban emocionados.

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En Japón un grupo de pandilleros se encontraba reunidos en un templo, muchos murmuraban entre ellos la razón por la cual su líder los había reunido pero callaron al verlo entrar con una mirada tan fría como el hielo, esperaron pacientemente la hora en que aquel temido alfa hablara y cuando lo hizo el lugar se llenó de voces y preguntas que no pasaban de simples susurros.

—Takemchi Hanagaki es un traidor de la Toman, fue expulsado de esta misma y ninguno de los integrantes tiene permitido acercarse a él, quien lo haga será castigado y expulsado!!!

Muchos murmullos no tardaron en hacerse presentes, muchos se preguntaban que había ocurrido pero nadie tenía la valentía suficiente como para hacer pública su pregunta ante los capitanes de la pandilla, y mucho menos ante el líder de esta misma.

Pero unos pasos seguros y firmes se escucharon en el lugar, varios miraron de forma curiosa a quien se acercaba a los capitanes, sub-capitanes, líder y sub-líder de la Toman, el chico que llevaba un piercing en su oreja izquierda parecía enojado, muy enojado y aunque su cara estuviera con algunas vendas no le quitaba la expresión de enojo contenido.

Dio unos cuantos pasos más y se detuvo frente a los líderes.

—Chifuyu, hablamos después de

El chico pelinegro no pudo terminar su frase ya que la voz del alfa de ojos verdes lo interrumpió.

—Abandono la Toman, no deseo formar parte de un lugar donde las personas le dan la espalda a quien los salvo en muchas ocasiones, así que líder, acepte mi renuncia

El chico se quitó su uniforme y lo extendió a Mikey, el cual lo veía como si no tuviera importancia, Chifuyu en verdad quería golpear a cada uno de los malditos que se atrevió a ponerle un dedo encima a su preciado amigo "beta", pero no podía dejarse llevar por sus instintos bajos, lo había prometido, él no era como aquellos pedazo de basura que se encontraban viéndolo en ese instante.

Mikey tomo el uniforme que se le  había extendido, dando a entender que aceptó la renuncia del ahora ex-vice-capitán de la primera división.

Chifuyu dio media vuelta con la intención de irse de aquel lugar y nunca volver pero la voz de mando de Mikey lo hizo detenerse.

No puedes volver a acercarte a ninguno de los integrantes de la Tokyo Manji

Manjiro casi nunca usaba su voz de mando, solo lo hacía cuando en verdad estaba enfadado.
Chifuyu dio una media sonrisa sin dirigirle la mirada a su ex-líder.

—Ni siquiera pienso hacerlo, porque Takemichi no está entre tus líneas así que no tengo porque gastar mi saliva hablando con alguno de los tuyos, nos vemos

Y dicho eso se subió a su moto, con la intención de ir a disculparse con su amigo por no haber sido capaz de detener todos esos golpes y por haber caído desmayado cuando él más lo necesitaba, pensaba rogarle de rodillas de ser necesario, pero quería poder volverlo a sentir cerca, quería volver a dejar que sus sentidos se llenarán con aquel leve perfume tan delicioso que su amigo siempre llevaba colocado.

Pero cuando llegó a esa casa y la vio vacía su mundo se derrumbó, prácticamente sus rodillas tocaron el suelo y su mente no lograba trabajar bien, tan mal estaba que se terminó desmayado, siendo la imagen de un Takemichi golpeado en el suelo su último recuerdo antes de perder la conciencia.

¿Perdón? ¿Por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora