Día 14. Romper fuente

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Algo que nunca tuvieron en cuenta es que el embarazo Nephilim no duraba nueve meses, sino cinco. Ningún escrito especificaba el tiempo de gestación y los Nephilim que Castiel llegó a conocer ya eran seres natos capaces de defenderse, así que simplemente asumieron que tenían más tiempo.

Dean estaba en la última semana de su quinto mes, su barriga estaba mas grande de lo que esperaba (aunque pensó que era quizás porque estaba comiendo demasiado), pero Cas le aseguro una y otra vez que el bebé estaba bien, era un varón y su gracia era bastante fuerte aunque apenas y era usada más alla de curar algunas incomodidades que provocaba en Dean, como un dolor de espalda que se aliviaba mejor que con un masaje, dejar de sentir los pies hinchados, si tenía un gran antojo dicho alimento aparecía en su mano. Aunque al principio había sido aterrador, rápidamente acepto que su bebé era muy susceptible y trataba de ayudar, Dean ya lo amaba aún si Cas argumentaba que era una reacción instintiva para que no lo mataran, el rubio creía firmemente que lo hacía para protegerlo.

Pese a los "hechos objetivos" a los que Castiel tan firmemente se aferraba, realmente le estaba dando todo su apoyo a Dean, tenía sus reservas, pero no podía mantenerse escéptico ante una gracia que tan tímidamente lo saludaba, como un cachorro mostrando su panza implorando a ser acariciado. Le costaba creer que un alma y una gracia tan inocente y pura pudiera ser la maldad innata. Dean ya lo había hecho cuestionar su misión celestial, no le parecía sorprendente que siguiera haciéndolo.

Estaban discutiendo que nombre le pondrían, Dean quería un nombre genial como Jim, Jhonny o Freddie y Cas quería algo bíblico (por supuesto que sí), Sam llamó al ángel para consultarle algo que encontró en uno de sus libros el latín (Dean no iba a cuestionar cuando es que Sammy aprendió latín) así que interrumpieron su discusión sobre porqué no llamarían a su hijo Salomón.

Entonces el teléfono de Dean suena, responde de inmediato al reconocer el nombre de Clarie.

— Niña, ¿Qué pasa? — Respondió el rubio con entusiasmo, no le habían dicho a nadie, pero ambos se habían mantenido en contacto con regularidad, ella le contaba sobre sus cacerías y él le daba tantos consejos como pudiera, a veces incluso era su apoyo.

— Dean, tengo un problema con una manada de lobos.

— Eso suena a algo que puedes manejar sola—, dijo más que nada para evitar el tener que rechazar ir a cazar con ella.

No había salido a cazar desde su tercer mes de embarazo y actualmente era imposible ocultar su estado, además de que no podría dar más de tres pasos hacia el garaje antes de que Cas lo atrajera con cualquier mínima excusa, hasta ahora Dean lo había permitido, esperando a ver hasta donde podía llegar tratando de encerrarlo.

— La cosa es… Creí que serían al menos tres—, Dean escucho un suspiro mientras cerraban la puerta de un auto—, no me hagas decir que necesito ayuda, solo trae tu trasero aquí para acabar con una docena de hombres lobo.

Dean respira profundo pensando en que podría hacer; sabía que si le decía a Jody o a cualquier cazador cerca que fuera mayor que Claire (lo que era básicamente todos los cazadores que conocía) la sacaría de la cacería sin pensarlo dos veces y ella no volvería a pedirle ayuda, además tenía más de dos meses sin salir del búnker y si no mandaba ayuda o iba él mismo estaba muy seguro que la rubia se lanzaría de cabeza a la boca del lobo.

— Dame la dirección, estaré ahí tan pronto como pueda.

La chica se despido con un insulto que sonó a "gracias anciano" y Dean se levantó tan rápido como su vientre hinchado le permitió, estaba apunto de decirle a Cas y Sam que saldría sin dar muchos detalles esperando que su angelical novio no tratara de encerrarlo, de nuevo.

Solo que no puedo encontrar ni a Sam ni a Cas en la biblioteca y después de ver que Claire estaba a menos de tres horas del búnker decidió que podía solo dejarles una nota. Probablemente era una de sus decisiones más estúpidas, pero pensando que su embarazo no estaba tan avanzado y que estaba un poco harto de mantenerse encerrado decidió que podía lidiar con una manada de lobos y salir de casa sin Cas o Sam tratandolo como un inválido.

Tomo la maleta que siempre tenía preparada y tan sigiloso como puede llegar a ser un hombre embarazado, camino al garaje y se subió al Impala dejando solo una nota pegada a una lámpara detrás. 

Después de conducir por hora y media llegó a la conclusión de que llevaba mucho tiempo sin estar en su auto le estaba provocando incomodidad, su vientre dolía cada cierto tiempo y su pelvis se sentía como si sus huesos se expandieran, ignoro sus incomodidades hasta que llegó al pueblo y se encontró con la rubia, para entonces esos dolores comenzaban a ser más que una simple incomodidad.

Cuando Claire lo vio ella estaba claramente sorprendida, solo le había dicho que estaba haciendo unas cacerías menores e investigando en el búnker.

— ¿Tú gran investigación es cómo te verías después de comer una sandía entera?

Dean iba a darle una gran y sarcástica respuesta cuando su vientre volvió a contraerse y su pelvis a doler.

— Cállate—, dijo entre dientes.

La chica frunció el ceño dejando de lado la brabuconería.

— ¿Estás bien? Si no fuera imposible diría que estás embarazado.

Dean pensó que en realidad era inevitable que se enterará y dado que ella había puesto el tema sobre la mesa, que mejor momento que el ahora.

— Eres cazadora porque tu padre fue poseído por un ángel, ¿Que yo este embarazado te parece imposible?

La rubia abrió sus ojos con asombro y sin preguntar se acercó a tocar el vientre de Dean, su bebé se movió ante el toque externo aunque no pateo como llevaba haciendo desde el tercer mes.

— Wow—, la mano de ella estaba cálida y un sentimiento de felicidad y paz la invadió, como si el bebé le transmitiera eso— Dean, yo…

— No te pongas sentimental, rubia. Tu hermanito está bien, vamos por esos lobos.

Ella parecía reacia, ni siquiera le discutió el que haya llamado hermano a su bebé, luego de unos segundos negó con la cabeza.

— No estoy segura de que sea bueno en tu condición…

Dean rodó los ojos e insistió que iría con o sin ella, así que no le dejó más alternativa que acompañarlo, el dolor punzante en su vientre pasó a segundo plano mientras apuñalaba hombres lobo. Todo estaba saliendo bien y fácil, Claire hizo bien en pedir su apoyo, habría sido un desastre para un solo cazador.

Cuando le disparó la última bala de plata a una mujer lobo, Dean se sintió increíblemente liberado. Llevaba tanto tiempo en el búnker sin hacer nada que había llegado a sentirse inútil. Alguien lo atacó por la espalda y antes de siquiera preocuparse por su vida o la de su bebé, sus ojos brillaron amarillo y su vientre dolió el doble que antes y los ojos de su atacante brillaron como si un ángel lo hubiera matado.

— ¡Dean!— Gritó Claire a su lado, al parecer su dolor lo había doblado hasta caer de rodillas, sus ojos aún brillaban— Ya no hay nadie y… wow

El dolor pasó y Dean trato de fingir que todo estaba bien, más que nada porque la chica parecía claramente preocupada por él. Se puso de pie y palmeó su vientre, todo parecía estar bien, aunque se sentía inquieto, el bebé se sentía inquieto.

— Bien, ¿Qué te parece si vamos al búnker? Te invitaré…— sus palabras se interrumpieron cuando sintió humedad entre sus piernas como si se hubiera orinado cuando el terrible dolor lo inundó.

— ¿Dean?— volvió a preguntar más preocupada esta vez.

El rubio no creía posible que fuera a decir una frase tan cliché.

— Creo que rompí fuente. 

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A mí me gusta pensar que si Dean no hubiera matado al mentor de Claire cuando estaba poseído por la marca de Caín, él habría sido una buena figura paterna para ella.

Agosto M-preg 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora