Día20. Pañal

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Todo había ido bien, las niñas eran tranquilas juntas aunque se inquietaba si las separaban durante largos periodos de tiempo.

Layla se quedó a ayudarlos unos días, lo que fue un alivio porque pese a que eran unas bebés dormilonas, darles de comer, cambiarlas y todo lo que implicaba cuidar a un bebé recién nacido era extenuante aún con solo un niño involucrado, siendo dos los problemas se multiplican y aunque eran dos adultos, las niñas los ponían a prueba cada día y sentían que solo ellos dos no eran suficiente para hacerle frente.

Y luego estaban los pañales. Steven había practicado y mucho, como quitarlos y colocarlos, pero en el juego era un poco más complicado que vestir una almohada, Cleo era la más tranquila, tardaba mucho en llorar cuando su pañal la molestaba, sus padres tenían que revisarla periódicamente para asegurarse que estaba limpia; para cambiar su pañal la morena se movía con inquietud lo menos posible al menos hasta que tenía un nuevo pañal, a menos que escuchara a su hermana llorar, entonces era imposible mantenerla quieta; cuando Marc la cambiaba trataba de hacerle cosquillas y en general la hacía reír mucho.

Marley era otra historia, ella era la más inquieta y ruidosa de las dos, tenían apenas dos meses y todo parecía indicar que sería la más energética, quien motivaba a Cleo a moverse por toda la cama hasta el borde, de gritar y reír en la madrugada y golpear sus biberones hasta casi echar la tapa y su contenido por los aires.

Así que, siendo la más inquieta, también sería más difícil cambiar su pañal, lloraba a la menor incomodidad, pero cuando Steven o Marc la desnudaban para cambiar su pañal era un torbellino de movimiento que irremediablemente volvía el proceso aún más tardado. Ella parecía divertirse a su costa y en una ocasión rodó para evitar el nuevo pañal, cosa que asustó a Steven en sobremanera.

Layla parecía ser la única que podía cambiarla sin ninguna afrenta o broma, a Marley le agradaba muchísimo y siempre que estaba de visita Steven trataba de que fuera ella quien se encargara del pañal de Marley.

— Oh mi sobrina favorita— dijo Layla un día cuando Marc le entrego una Marlene con pañal sucio.

Pese a todo estaban sobrellevando la paternidad con relativa facilidad, es cierto que Steven no había tenido noches de sueño tan inconsistentes desde que era la otra personalidad de Marc, pero las niñas eran adorables y los chicos no podían sentirse más afortunados por tenerlas.

Solo que Marc debía volver al trabajo y dado que no querían contratar una niñera (Steven estaba seguro que con su economía no podían permitírselo) y el trabajo de Steven era el de menor sueldo habían acordado que él se quedaría en casa con las niñas.

Así que la labor de crianza se volvió más extenuante cuando ellas lo superaron en número, Cleo no era un problema cuando Marley estaba entretenida con los rizos de su hermana o cualquier juguete cercano, pero darles de comer, dormirlas y tratar de mantenerlas en su sitio lo suficiente para vestirlas era un martirio, por suerte esperaba para bañarlas cuando Marc llegaba a casa.

El mayor problema eran los pañales, las chicas tenían la mala costumbre de acabar sucias casi al mismo tiempo, cuando estaba cambiando a Cleo, Marley comenzaba a llorar por su pañal sucio, lo que a su vez provocaba que su hermana se inquieta y que limpiarla fuera más complicado para Steven. Si cambiaba primero a Marley, cuando terminaba el pañal de Cleo ya había comenzado a provocar irritación en su piel.

Steven se sentía tan superado en esas situaciones que el olor ni siquiera lo afectaba y cuando una noche los pañales de sus chicas no resistieron (estaban empezando a darles papillas además de leche) Steven supo que necesitaba mejor su sistema.

Comenzó a hacer nota mental de las expresiones de sus hijas cuando necesitaban un cambio de pañal, sus celos arrugados de concentración y su posterior mirada de incomodidad. Pasaba tanto tiempo con ellas que llegó a anticiparse a los sollozos, principalmente de Marley que parecía más cooperativa si no veía la necesidad de llorar.

Estar solo la mayor parte del tiempo con las niñas era extenuante en el mejor de los casos, pero Steven las amaba y no cambiaría por nada a sus dos pequeñas, por más pañales sucios con los que tuviera que lidiar.

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Soy una vaga y lamento subir esto tan tarde.
¿Alguna vez han visto a un bebé concentrado en hacer popo? Mi prima era adorable jajajaja

Besos, se les quiere.

Agosto M-preg 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora