𝐌𝐈𝐍𝐎𝐑 | 𝒩𝒶𝓃𝒸𝓎 𝒲𝒽ℯℯ𝓁ℯ𝓇

𝒩 | 𝗧𝗪𝗢

Después de aquel día, en dónde Windsor le había confesado sus sentimientos a Nancy, aún se seguían viendo. Aunque Sia evitaba hablar con ella, pues todavía tenía algo de vergüenza.

Nancy Wheeler se encontraba en su casa, fué directo a la sala principal, dónde se encontraba su hermano.

— Mike — lo llamó mientras apagaba la televisión — ¿Sia sale con alguien? — preguntó.

El pelinegro frunció el ceño muy confundido — ¿Qué? Claro que no.

— ¿Por qué últimamente te he escuchado decir que sale con una chica? — cuestionó la castaña, dejando más confundido a su hermano.

Mike rodó los ojos — Salé con su mejor amiga, Chrissy Cunningham, la porrista — respondió ante la pregunta de su hermana.

Nancy asintió levemente, entendiendo que salen amistosamente.

— ¿Por qué la pregunta? — cuestionó el chico parándose del sofá — Estás conociendo de nuevo a Steve Harrington ¿No? — recordó con una sonrisa forzada.

La castaña movió un tanto su cabeza tratando de sacar esos pensamientos — Tienes razón — Mike asintió — Yo ya me voy.

Finalmente Nancy volvío aprender la televisión para después salir. Mike se asomó por la ventana viendo como su hermana subía al auto.

El realmente sentía que Nancy tenía tanta suerte, pues había logrado entrar al corazón de la rubia, algo que tanto deseaba él.

De repente, escuchó el radio, el pelinegro supo de inmediato que se trataba de Jane, soltó un leve suspiró, finalmente fué hacía el aparato.

Mike realmente se sentía mal, pues sabía que Jane lo quería mucho, pero, tampoco era culpa de el, simplemente sus sentimientos hacía la rubia, empezaron a nacer.

La tarde era algo linda, lo único lindo que Sia encontraba bueno del pueblo, está solía pasar sus tardes fuera de su casa. Y nunca perdía la oportunidad para invitar algún amigo u amiga.

Sia Windsor se encontraba juntó con su mejor amigo, Eddie Munson.

La ojiverde estaba recargada en el hombro del chico, mientras que el le daba leve palmadas en su hombro.

— Por favor, golpeame hasta matarme — pidió la rubia con sus manos en su rostro — Nancy seguro no querrá volver a hablarme.

Que equivocada estás, Sia.

— Tranquila, Nancy te conoce desde hace mucho, no dejará de hablarte — aliento Munson.

Eddie quitó bruscamente a la chica, por lo cuál ella lo vió indignada, aunque así solían llevarse, Sia era quien más solía molestarlo.

— Cambiando de tema — el chico se paró del asiento — Tú eres muy buena jugando calabozos y dragones — la ojiverde asintió — Entonces ¿Quieres entrar al club?.

Sia negó — Lo siento Eddie, siento que no tengo el fanatismo cómo tú y los demás — contestó — Sólo lo jugaba cuando estaba sóla.

El chico tomó las manos la rubia — Hellfire te necesita ¿Qué dices?.

Después de tal petición, la chica sólo pudo escuchar mil veces el por favor, por favor, por favor de Eddie.

Antes de que la chica fórmulara alguna palabra, vieron llegar al mismiso Steve Harrington.

— Miren quien llegó — anunció la chica con una sonrisa — El idiota Harrington.

Apesar de que Sia sentía celos al verlo juntó a Nancy, no podía odiarlo, sería estúpido odiarlo por tal razón. Pues sentía un leve cariño amistoso hacía él.

Steve la saludó con una sonrisa, al igual que al otro chico, tomó asiento en medio de los mejores amigos.

Sia tenía una gran sonrisa, amaba ver a Steve con Eddie, ya que tenían una leve "rivalidad" por quién era el mejor amigo de Dustin, aunque realmente ellos ya se habían tomado cariño.

La sonrisa de la chica desapareció al oír las palabras de Harrington.

— Oigan — los llamó — ¿Creen que ya sea momento de decirle a Nancy, ser algo más formal? — cuestionó esperando respuesta de alguno.

Sia no respondió, en su mente sólo estaba un no rotundo.

Eddie vió de reojo a su mejor amiga, notando que su sonrisa ya no estaba, volteó a ver a Steve — Creó que vas muy rápido — remarcó tales palabras.

Finalmente sólo la rubia escucho como su mejor amigo le daba mil explicaciones al castaño del porque no era momento para pedirle a Wheeler tal cosa.

— Tienes razón Eddie — asintió Steve — Gracias por tus consejos — dijo por último para después solo pararse e irse.

Harrington no sabía que todo esos consejos, sólo fueron para ayudar Sia, y darle un poco más de tiempo.

Windsor tenía que poner sus planes en marcha, y claro que lo haría