𝐌𝐈𝐍𝐎𝐑 | 𝒩𝒶𝓃𝒸𝓎 𝒲𝒽ℯℯ𝓁ℯ𝓇

2 | 𝗙𝗜𝗩𝗘

Dos chicas se encontraban en un pequeño parque. La castaña había accedido a salir ya algunas veces.

Las chicas estaban recostadas en el césped, mientras sus manos estaban entrelazadas con un silencio cómodo.

Sia tomó asiento, su vista estaba en un punto fijo. Nancy al copear su acto, notó que su novia veía a una pareja.

— ¿Los conoces? — preguntó la castaña viendo el rostro de la chica.

Ella negó aún sin quitarles la vista. Wheeler frunció el ceño sin entender — ¿Entonces?.

La rubia pasó su vista hacía ella — ¿Puedes ser algo romántica? — pidió, ya que era muy difícil ver a la castaña en tal mood.

Nancy alzó ambas cejas algo sorprendida ante tal pedido, tragó saliva para volver a ver a la pareja. Quienes ahora estaban tomadas de las manos, mientras que parecían decirce algunas cosas, al parecer románticas, ya que al terminar de hablar se besaron.

Al volver su vista a su novia parpadeó varias veces — Por favor, dime que éso no es romántico — mencionó algo nerviosa.

— Lo es — confirmó la chica con una sonrisa. La castaña soltó un suspiro, cerró sus ojos por un momento — Maldición...

Para Nancy y para su familia, era muy difícil que hablarán sobre sus sentimientos, e incluso un te amó no podían decir, no porque no lo sintieran, simplemente les era difícil expresar sus sentimientos.

Sin embargo, la Wheeler mayor trató de tranquilizar sus nervios. Al ver a su novia esperando con una leve sonrisa, accedió.

La castaña tomó ambas manos de la rubia, mientras ambas se miraban fijamente a los ojos, antes de comenzar, soltó un gran suspiró — Creó, que quiero primero agradecerte — la rubia asintió algo confundida.

Nancy cerro sus ojos por unos minutos, al estar lista, volvió a ver a su pareja — Gracias por hacerme feliz, por cuidar cada detallé y por cuidarme a mi también, por sacarme sonrisas en los momentos donde más las necesitaba — Sia escuchaba con atención — Gracias por apoyarme, por ayudarme, por animarme a seguir.

Las mejillas de la rubia no tardaron en tomar un color carmesí, mientras que la castaña seguía — Te quiero demasiado, se que tal vez no te lo recuerdo con palabras, cada noche intento mejorar éso, porque mereces que te diga todos los te amó que siento por ti — soltó un suspiró, finalizando su pequeña confesión.

Y así, Nancy Wheeler le había dado indirectamente un te amó a su pareja. Windsor sonrió ante éso, apreciaba ese pequeño progresó.

Mientras que la castaña, no estaba satisfecha, haría lo posible por decircelo directamente, sólo que no sabía por dónde empezar.

La noche caía en el pequeño pueblo, por lo cuál la castaña se había despedido de su novia. Para después rápidamente empezar a caminar hacía las afueras del local de películas.

Ya que tenía que escuchar a alguien dándole consejos, y la única que probablemente podría ayudarle, era Robin Buckley.

Al estar cercas, aún notaba que había pocas personas en las calles, quienes la veían de mala manera, susurrandose entre ellos, lo más probable criticandola.

Sin embargo notó que ningúno notaba la iniciativa de quererla golpear, cómo lo hacían con Sia.

Al llegar a las afueras del local visualizó a Robin cerrando el local. De inmediato se acercó y Buckley la notó.

— Hey, Nancy — le dió una sonrisa en forma de saludó — ¿Ocupas algo?

— Tus consejos — respondió rápidamente.

La de pecas sonrió de inmediato, caminó hasta una banca para tomar asiento, acto que copeo Wheeler.

— ¿Qué tipo de consejo necesita la mismisa Nancy Wheeler? — cuestionó con una voz divertida.

— Bueno, es difícil — mencionó, pasó su vista a la chica — Nosé como decirle a Sia que la amó directamente, tampoco nosé muy bien como hacerla sentir querida con mis acciones o palabras, nosé ni siquiera que hacen las parejas, sólo puedo tomarla de mano ¿Entiendes? — explicó para después soltar un gran suspiró.

— Entiendo — asintió mientras se paraba de la banca, obligando a Nancy también hacerlo.

Robin aclaró su garganta — Nancy, tienes que hacer que sienta mariposas en el estómago, que su corazón se acelere — explicaba algo animada — Ve a su casa y dile que la extrañas — decía con algo de dramatismo — Mírala con con cariño, es muy importante — hizo un movimiento brusco haciendo retroceder a la castaña — En el momento que salga, abrazala y empujala contra la pared, y una vez que...

— ¿Es realmente necesario? — interrumpió — ¿Necesito empujarla contra una pared? — cuestionó no muy convencida.

Buckley frunció el ceño — ¿Acaso no ves novelas o algo así? — preguntó, la chica negó levemente.

Robin suspiró cansada volviendo a tomar asiento — Entonces, solo sigue los demás consejos.

Nancy volvío a tomar su bolso — Gracias por tus consejos, supongo — comentó para después irse, ya que realmente no la habían ayudado, almenos le habian dado motivación.

La de pecas vió como Wheeler se retiraba, cada vez más perdiendola de vista — ¿Quién no ve novelas? — cuestionó en murmuró.

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• Extra

Steve Harrington llegó hasta la banca donde se encontraba su mejor amiga.

— ¿Qué hacías con Nancy? — preguntó mientras tomaba asiento.

— Le daba consejos — el castaño frunció el ceño — Sobre Sia y ella.

Al escuchar tal comentario, Harrington no pudo evitar suspirar— Aún no creó que ellas estén juntas.

La de pecas sonrió — Entiendes porque dejó de salir contigo al ver a Sia, es linda — explicó — ¿Te sorprende?.

Steve negó — Es decir, no me sorprende que a Nancy le guste, sólo no me esperaba exactamente ellas dos juntas ¿Entiendes? — mencionó viéndola.

Robin asintió varias veces sarcásticamente, remitiendo una risa que quería salir a carcajadas.