Capítulo 13.

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Angélica
La rutina fue la misma de todos los días: Aburrirme en clases, soportar el acoso de Emma, soportar a mi mejor amiga y ver a Jan Carlo a la hora de salida.
Solo que esta vez, me invito a salir con sus amigos y dijo que Meghan también podía ir, que solo era "una salida entre amigos"

-Tienes que ponerte muy guapa para Jan.

-Meghan, por favor, solo es una salida entre amigos, además vas tú.

-¡Ay, por favor! Ya acepta que te gusta, bueno, mejor acepten que se gustan.

-Jan Carlo no me gusta.

-Pero tú a él sí.

-Sabes que a mi me gusta Dylan, su mejor amigo, tal vez Jan me pueda ayudar.

Meghan puso los ojos en blanco.

-Dylan nunca te haría caso-dijo en un tono muy bajo-perdóname, pero es la verdad.

-Tal vez tengas razón.

**
Llegamos a la plaza en donde habíamos quedado de vernos y en un dos por tres, Meghan había localizado a Jan Carlo.

-Hola, Angélica, te ves muy bien.-dijo dándome un beso en la mejilla.

-Gracias Jan, tú también.

Los demás amigos de Jan habían comenzado a llegar, de los cuales no tenía ni mínima idea de quiénes eran, sólo conocía a uno y el problema era de quién se trataba. De Dylan.

-Bueno, al parecer esto es muy incómodo - Jan llamó la atención- les presento a Angélica, una buena amiga.

-Hola Angélica- dijeron todos al unísono.

Jan y yo estábamos muy cerca y eso me hacía recordar aquel día en que lo invité a mi casa, estar muy cerca podía resultar muy peligroso, pero la ventaja era que no estábamos solos.
Todos hablaban, contaban relatos inolvidables y yo sólo observaba muy callada.

-¿Por qué no hablas?-me dijo al oído.

-Porque no conozco a nadie y no tengo nada interesante para contar, sabes que mi vida es aburrida.

-Pero si ya te presenté.

-Aún así.

-¿Ya te dije que hoy te ves muy bonita?

-No mientas.

-¿Por qué siempre tienes pensamientos muy negativos sobre ti y todo lo relacionado con tu vida?

-Porque no tengo motivos para pensar positivo.

-¿Y si los tuvieras? ¿Y si yo quisiera ser uno?

Y de repente, todos dejaron de existir, sentí como si sólo estuviéramos él y yo, era raro, pero así sentía.
Y esa situación comenzaba a repetirse, miró mis labios fijamente y yo los suyos, mi corazón latía a un millón por segundo, bueno, creo que ya exageré.
Cada vez nos íbamos acercando más, el uno a el otro y me sentía dispuesta a hacer lo que venía, era raro, pero quería hacerlo, quería besar esos labios rosas y carnosos.
Podía sentir su respiración...

-¡BESO, BESO, BESO!- un montón de voces nos interrumpió.

La segunda mal día vez que nos interrumpen.

Jan Carlo se sonrojó y se alejó lentamente de mi, yo sólo le sonreí y me quedé callada.
Nadie habló sobre eso en toda la tarde, no sé la razón pero nadie lo hizo.
Ya casi todos se habían ido, sólo quedábamos Meghan, Jan Carlo y yo, Meghan estaba perdida en su mundo, así que yo hablaba con Jan Carlo de cosas sin sentido.

-Angélica...Sobre lo que pasó, lo siento, es que...-lo interrumpí.

-Descuida, olvidemos eso.

-Me gustas.

Eso fue muy repentino, nunca pensé escuchar eso de él y así de la nada.

-¿QUÉ?-grité llamando la atención de Meghan pero ella nos ignoró.

-Me gustas-repitió.

You are my hero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora