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Fascinantemente la comida fue amena. Dentro de lo que cabía, claro. Jungkook no habló más que con Oru sobre un videojuego, yo en cambio escuchaba a mi padre hablar de sus días en su trabajo y su mujer...casi se me olvidó que estaba en la mesa. De vez en cuando dirigía una rápida mirada al castaño a mi lado, poco más.

—Entonces dormiremos aquí —dijo señalando mi apartamento.

—Sí, mi cama es bastante ancha. Los sofás son cómodos también y...

—¿Y tú dónde dormirás?

Miré de reojo a Jungkook. Estaba recogiendo algunos platos de la mesa.

—En mi apartamento, es justo el de enfrente.

¡Por fin entraría ahí! Quería ver como "decoraba" a su manera su casa. Tenía tanta curiosidad por ver su habitación...

—Oh—mi padre me miró y sonrió —Espero que no se oiga desde aquí.

Me sonrojé al instante. ¿Qué clase de padre decía esas cosas? Ahora cómo debía tomarme eso. Que mi padre supiera de mis relaciones sexuales no era cómodo, para nada.

Miré a Jungkook. Estaba recogiendo la mesa mientras hablaba con mi padre. No me había fijado, pero esa camisa negra le quedaba excesivamente bien. No sabría explicarlo. El cuerpo de Jungkook era ejercitado pero a la vez muy delgado, esa camisa le estaba holgada por completo; pero yo sabía lo que había debajo y no podía dejar de pensar en esos abdominales y sus dos tatuajes. A diferencia de la camisa, sus pantalones estrechos marcaban sus piernas, esas que me parecían literalmente todo músculo.

—Deja de comerme con la mirada.

Me sonrojé aún más por su comentario. Lo peor es que sí lo estaba haciendo. Estaba a punto de recordar qué había bajo esos pantalones.

—Al parecer mi hija se quedó con hambre.

Oh, no, ya empezamos con las incomodidades. ¿No podrían quedarse callados o hablar de fútbol? Los hombres siempre acababan hablando de fútbol.

—Por cierto, Jungkook.

Este miró a mi padre completamente serio.

—¿Te han dicho alguna vez que eres muy atractivo?

¿Qué?

—Bueno, sí —aceptó algo confuso.

—Sólo era una observación—murmuró mi padre mirando de reojo a Karol.

¿Cuánto llevaba esa mujer comiéndose así a mi novio? Porque lo estaba haciendo, lo repasaba con descaro y se mordía el labio la muy hija de su madre.

—Seguro que las notas de Avery han bajado, siempre pasa cuando se tiene novio.

¿Pero qué cojones le pasa a esa mujer? ¿Celosa?¿Rabiosa?¿Un retraso mental?

—Pues no—susurré confusa.

—Avery estudia todos los días.

—¿Y tú?

—Lo mismo. Nos gusta a ambos tener buenas notas—dejó la bandeja de la carne que ya nos habíamos comido en la pila y sonrió a la mesa—Terminé.

—¡Avery, Avery!

Miré al pequeño Oru sonriente. Siempre me ponía de buen humor ver sus hoyuelos.

—Jungkook es genial.

Vi un leve sonrojo en las mejillas del menor de los Jeon. Y es que cómo no lo iba a ver si era un tomate en ese momento. Negué levantándome de la silla, estaba cansada, sobretodo después de la pelea y la charla con mi padre. Sin duda alguna Jungkook hacía milagros. Mi padre me pidió perdón por faltar tanto en mi vida, me prometió comenzar a entrar más en ella si yo se lo permitía. También se disculpó por Karol, ella realmente tenía un problema conmigo. Pero no me importaba, mi padre por fin entendía que lo necesitaba más y que hasta ese momento no había ejercido muy bien el puesto de padre.

Giants - JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora