Giants - Jungkook

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Había conseguido ocultar mi curiosidad por el chico frente a mi puerta una semana, todo gracias a los exámenes que tenía en una semana y que no iba muy bien para afrontarlos. Había visitado la biblioteca toda la semana, había visto a Jungkook pasar muchísimas horas allí; pero conseguí centrarme en estudiar y no en divagar sobre él. Estaba durmiendo poco, las ojeras de mis ojos habían sorprendido desde Noah a Nury. Estaban anonadados, me preguntaron incluso si estaba enferma, pero lastimosamente no era así. Andaba cual zombie y hablaba entre poco y nada; tenía que reservar energía para estudiar.

-Es sábado, ¿Por qué no descansas hoy?-preguntó Taehyung preocupado.

Nury acarició mi espalda. Desde su intento de beso no habíamos interactuado mucho debido a mi estudio intensivo. Miré la hora, eran las diez y media.

-Debo irme a seguir estudiando-dije levantándome medio muerta.

-¿Estás loca? Échate en la cama y estudia en la tarde-dijo Alice tirando de mi brazo.

Negué deshaciéndome de su agarre y caminando hacia la biblioteca con mi mochila en la espalda. Me encontraba mal, baja de energías y con dolor de cabeza. Había varias partes que no terminaba de entender, por ello estaba desesperada por aprendérmelas a la fuerza. Como cuando en mates no entendías nada pero aprendiéndome la fórmula podías hacer algo. Casi llegando a la biblioteca me dio un mareo, me apoyé en la pared, todo me daba vueltas. Incluso tuve ganas de echar allí mismo.

-¿Estás bien?

Levanté un poco la vista encontrándome a Jungkook. Iba en dirección a la biblioteca, se colocó bien las gafas y me analizó fijamente.

-No-dije tratando de dar otro paso.

Jungkook me sujetó impidiendo que me cayera en pleno pasillo. Comprobé que estaba fuerte, me agarró como un saco de patatas y comenzó a andar conmigo encima hacia el ascensor.

-Pesas más de lo que pensaba -murmuró llamando al ascensor.

-Gracias.

Rió ligeramente. A mi no me hacía ni pizca de gracia.

-¿A dónde ibas con este aspecto? Pareces estar buscando dónde caer muerta.

-A la biblioteca.

No dijo nada, entró y marcó nuestro piso. Cerré los ojos agradeciendo poder hacerlo después de días.

-Llevas yendo desde el sábado de la semana pasada.

-Me viste, acosador.

Me gustó la idea de que me viera.

-Es difícil no percatarse de que estás ahí. Tienes un aura...

Sabía lo que quería decir, él también tenía un aura que me era imposible no percatarme de su presencia.

-Lo entiendo.

Escuché un suspiro.

-Deberías dormir igualmente.

-No puedo, los exámenes...

-Duerme hoy, mañana te ayudaré desde primera hora de la mañana.

Me dejó frente a mi puerta. Asentí apoyándome en está, literalmente estaba para el arrastre.

Vi una pequeña sonrisa asomarse en su rostro.

-Eres guapo-dije sin pensarlo.

Se sonrojó, sonreí como si estuviera ebria; me sentía así en verdad.

-Gracias, supongo.

-No soy la novia de tu hermano.

-Ya, claro. Conozco a mi hermano, estuvo a punto de besarte cuando llegamos; ¿Me equivoco?