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Estos días he vuelto a mis reflexiones. Aunque ese viejo no fuera el verdugo disfrazado, aun si fuera verdaderamente un médico, no es por eso menos un comedor de hombres. En el libro sobre las virtudes de las hierbas, escrito por uno de sus predecesores, Li Shi-Cheng, ¿No dice acaso con todas sus letras que la carne humana puede comerse frita? Entonces, ¿como podría rechazar el título de Caníbal?
En cuanto a mi hermano, también tengo mis razones para acusarlo. Cuando me enseñaba los clásicos, yo lo oí decir de sus propios labios: <<Cambiaban sus hijos para comérselos>>. Otra vez que se trataba de un hombre muy malo, dijo que merecía no sólo ser muerto, sino aun que <<Se comieran su carne y se acostaran sobre su piel>>. Yo era pequeño en esa época y al oír tal cosa mi corazón se puso a saltar muy fuerte, durante largo rato. Cuando anteayer el arrendatario de la aldea de lobos le contó que el corazón y el hígado del hombre habían sido comidos, mi hermano no manifestó ningún asombre, limitándose a aprobar con la cabeza. Está claro que sus sentimientos no han cambiados. Si admite que es posible <<Cambiar a sus hijos para comérselos>>, ¿Qué es posible que no se podría cambiar entonces ? ¿Y qué es lo que no se podría comer? Antes me había limitado a escuchar esas explicaciones sin tratar de profundizarlas, pero ahora sé que cuando me daba sus lecciones, en el borde de sus labios brillaba la grasa humana y que su corazón estaba lleno de sueños caníbales.

Diario de un loco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora