IX

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Todos quieren comer hombre, y a su vez tienen miedo de ser comidos por los demás. Por eso todos se espían unos a otros, con miradas de desconfianza...
Si abandonaran estos pensamientos se sentirían a sus anchas en el trabajo, en el paseo, en la comida, en el sueño. Para franquear este obstáculo sólo hay que dar un paso; pero el padre y el hijo, el hermano mayor y el hermano , el marido y la mujer, el amigo y el amigo , el profesor y el estudiante, el enemigo y el enemigo y hasta aún los desconocidos forman un clan, se aconsejan y se retienen mutuamente para que a ningún precio alguien de este paso.

Diario de un loco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora