Fueron varias las veces en las que la enfermera a cargo de la pelirrosa cruzó en frente de la puerta y siempre la veía en la misma posición: cómo bolita. Estaba preocupada pero tampoco podía hacer nada. El pitido que alertaba sonó y provenía de la habitación de la paciente haciendo que Ei se levantara veloz acudiendo a su llamado. Una Yae con un moño muy mal hecho y pálida cómo la nieve la esperaba de pie frente a la puerta con una mueca en el rostro.
"Ei, creo que he vomitado mi pulmón izquierdo."
La enfermera alzó una ceja y ayudó a Yae a sentarse en la cama de nuevo, preguntando qué tal se sentía a parte de eso y si había sentido ltra cosa. Era consciente de que no era verdad, las náuseas y el malestar eran parte del tratamiento, era como una lotería, algunos se sentían mejor y otros, otros se encontraban en peores condiciones. Le tomó la temperatura y efectivamente, su paciente estaba hirviendo así que siguió el protocolo establecido para bajarle la fiebre.
"Ei... ¿Sabes una cosa? Me caes muy bien, si no estuviese aquí a punto de morir me gustaría que fueras mi amiga..."
La enfermera frunció el ceño debido a la sinceridad de la pelirrosa la cual en ese preciso momento estaba acostada de lado con los ojos medio cerrados.
"Avisaré a cocina que le traigan una dieta basada en líquidos."
"No me trates de usted, no me gusta y lo sabes."
¿Que si se había dado cuenta? sí, pero de verdad que no quería romper la relación profesional de enfermero - paciente, así que miró a Yae, más bien dicho su espalda, y suspiró.
"... Ei, ¿me lees un cuento? no siento las manos ni tengo la fuerza suficiente como para pasar las hojas."
"Señorita Miko..."
"Yae. Si no quieres invéntate algo"
Tragó sintiéndo como un nudo se formaba en su garganta. No entendía bien el porqué eso. Más bien dicho, la intención de la chica porque Ei era más que consciente de la pasión y gusto que tenía por la lectura. Nuevamente suspiró cumpliendo su pedido. Se sentó en una silla que estaba al lado de la camilla y comenzó a contar.
"Ehm. Había una vez dos hermanas, gemelas de hecho. Se querían, se llevaban bien, no venían de una familia disfuncional. Vivían bastante bien, sin problemas. Un día lluvioso una de las hermanas decidió salir a cojer uno de sus peluches favoritos el cual se había dejado en el jardín y cuando volvió, todo estaba normal. El cambio se dio al cabo los días siguientes, la pequeña había contraído una especie de gripe que al precer, no cesaba. Y fueron muchos los días en los que pasó en cama, perdiendo poco a poco el color pero no la sonrisa, perdiendo la vida lentamente pero no el brillo en los ojos. Desde el punto de vista de la otra hermana todo iba "bien" que su gemela se curaría y volverían a salir a la calle a jugar con las vecinas. En el momento que a su hermana la hospitalizaron, todo cambió, porque nunca más volvió a pisar su habitación. Nunca más volvió a jugar, cantar ni bailar. Ni peinarse y mucho menos ver a sus amigas. Y así fue como vio a su hermana pasar por todas las etapas en cuestión de meses, como fue perdiendo la esperanza a tan temprana edad y se preguntó a si misma, «¿Si hubiese ido yo a por el muñeco nada esto habría pasado?», pero de lo que no era consciente, era de que la gemela había estado cargando con aquello ya hacía semanas, la gripe solo fue un detonante. Aquel mismo día se puso como meta no volver a vivir aquello y haría lo posible para evitarlo."
Y una vez terminó el silencio reinó el cuarto. Primero pensó en que no le había gustado, pero luego comprobó el estado de Yae. Estaba con los ojos cerrados durmiendo pacíficamente con una pequeña sonrisa causando que Ei también sonriera por lo bajo. Tapó a la pelirrosa y abandonó la sala soltando todo el aire que tenía en los pulmones, pensando en porqué le había contado eso a una chica a la cuál conocía de hacía un mes como mucho.
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Eutanasia [EiMiko]
FanfictionSu sufrimiento era tanto que por mucho que le dijeran que tal vez había una solución, decidió acabar con todo. EiMiko AU! ( por si acaso, Shogun Raiden x Yae Miko) - Actualizaciones lentas, a veces se me olvida que empecé a escribir esta historia. ...