Canción de mi corazón.

44-Estos amantes...

Cuando Ali Rahmet vio a Hünkar salir corriendo del club, se dio cuenta de que algo le había pasado.

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Hünkar salía del club, en ese momento sintió los pasos de alguien detrás de ella.
Al darse la vuelta, vio que era Ali Rahmet, rápidamente se acercó y lo abrazó, sintiéndose muy tranquilo a su lado.

AR : ¿Qué pasó cariño, por qué te fuiste tan pronto?

Hünkar no dijo nada y solo abrazó a su esposo.

H : ¿Por qué la gente no puede olvidar el pasado, por qué las palabras siempre duelen?

AR : ¿Alguien te dijo algo? -regresó rápidamente al club pero Hünkar lo detuvo- Hünkar déjame ir de nuevo y me dices quién es.

H : No... cariño por favor quédate aquí conmigo, fueron unas mujeres las que hablaron...

Ali Rahmet tomó la mano de Hünkar y comenzó a caminar hacia el auto.

H : Ali Rahmet, pero ¿adónde vamos,los muchachos?

AR : Ya he arreglado algo con ellos, ahora tú y yo hablaremos en un lugar tranquilo.

Después de unos minutos de viaje llegaron a un pequeño café con una mesa afuera y dos más adentro.
Un anciano estaba limpiando una de las mesas cuando vio que la pareja Feke se acercaba al lugar.

AR : Buenos días Sr. Tahir, -Ali se acercó y estrechó la mano del hombre- ¿Cómo está?

T : Oh hijo, has estado viniendo muy a menudo últimamente, -miro a Hünkar detrás de el- veo que trajiste invitados hoy.

Ali Rahmet tomó la mano de Hünkar y lo acercó.

AR : Sí, señor Tahir,ella es la principal admiradora de sus deliciosos dulces y delicias turcas rosadas.
Mi querida esposa Hünkar Fekeli.

T : Fekeli Hanım, es un placer conocerte por fin -le dejo un besito en la mano- ven y siéntate.

Ambos entraron y Ali Rahmet y Hünkar se sentaron a la mesa, el lugar estaba muy cálido y tenía un aroma delicioso.

H : Este lugar es hermoso.

T : Les traeré a ambos algo especial.

AR : Aquí vine cuando quería sorprenderte.

Hünkar le contó a Ali Rahmet lo sucedido, dos mujeres hablando en el Social Club.

H : No quise preocuparte, lo siento, pero cuando escuché eso... me enojé mucho... pensar que en algún momento yo le diría lo mismo a otra persona.

AR :Hünkar, -la tomó de la mano- has cambiado y se nota mucho, fuiste capaz de amar y te cambió.

En ese momento, Tahir Bey vino con dos platos pequeños de arroz con leche.

T : Espero que les guste, la delicia turca está casi lista, les daré un poco antes de irse.

H : Oh, arroz con leche, muchas gracias Sr. Tahir es muy amable.

T : Me alegra que te guste, -Hünkar se ve un poco triste- ¿Pasó algo?

H : No es nada serio señor, solo estoy molesto por algo que escuché.

AR : Sr. Tahir, ¿usted cree que todas las personas merecen ser perdonadas?

T : Veo perdón en la mirada de ambos, has perdonado muchas veces... a algunas personas y a ti mismo.
Perdonar no es olvidar, justificar o reconciliar.
Si perdonamos, avanzamos y no dejamos que las cosas malas del pasado nos afecten en el presente.