•° •° •° •° •° •° •°•Culpable•°• °• °• °• °• °• °• °•
¿A quién le hago reclamos por haberme enamorado de ti?
¿A mi corazón que no me escucha?
¿O quizás a la vida,por ponerte en mi camino?
Creo que la culpa es de tus ojos.
Por haberse cruzado,con los...
Ali Rahmet empezó a hacerles cosquillas a los niños y a Hünkar, la tarde transcurrió entre risas, alegría, amor y mucha felicidad.
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La mansión estaba casi en silencio a excepción de la habitación de arriba donde se podían escuchar los zapatos de Fekeli Hanım. Mientras Ali Rahmet ayudaba a Azad en su oficina, mientras las bellas mujeres terminaban sus preparativos, Hünkar peinaba a Bahar mientras miraba a su madre en el espejo.
H : Siempre quise peinar a una niña, sabes muy bien que no puedo hacerlo con Demir.
Ambos comenzaron a reír, Bahar vestía un hermoso enteriso negro con un cinturón brillante que acentuaba su cintura.
B : Madre. -Salió de detrás del biombo- ¿Crees que me veo bien?
Hünkar miró a su hija con ojos de luna, se acercó y la abrazó.
H : Te ves hermosa mi niña, sin duda la belleza de la noche.
B : Madre tú eres una joya única, muchas gracias por todo.
Bahar bajó y se encontró con Azad, cuando la vio venir, quedó hipnotizado, Hünkar sonrió al ver la hermosa imagen.
A : Qué bellas damas, creo que Ali Rahmet Bey permanecerá en silencio.
H : ¿Dónde está Ali Rahmet?
A : Fue a su oficina a buscar unos papeles, me dijo que esperara afuera.
H : Tú sal, yo lo llamaré.
B: Está bien mamá te estamos esperando
Azad y Bahar salieron de la mansión, Hünkar comenzó a subir las escaleras y vio que la puerta de la oficina seguía abierta. Cuando miró, vio a Ali Rahmet todavía caminando por la oficina, Hünkar se rió en ese momento, el hombre la miró y se congeló. Hünkar se acercó a el, la mujer vestía un hermoso vestido verde esmeralda, una de sus piernas bronceadas se dejaba ver a través del corte de su falda a cada paso que daba. Uno de sus hombros estaba libre mientras que el otro estaba cubierto con una manga suelta, unos mechones de cabello sueltos caían sobre sus mejillas, un hermoso collar con una pequeña gota de esmeralda brillaba en su cuello.
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H : Ali Rahmet, -le tocó la punta de la nariz con el dedo- Cariño, ¿me estás escuchando?
Ali Rahmet envolvió su mano alrededor de la cintura de Hünkar y la atrajo hacia él, apretando su cintura apasionadamente.
AR : Que es esta hermosura que Dios me dio como esposa... -se inclino a su cuello y le dejó pequeños besitos- No quiero ir a esa reunión... Estoy pensando seriamente en esconderte, - la distancia entre ellos era casi nula- eres mi mayor tesoro...
Hünkar sonrió y plantó besos ingrávidos en las mejillas del hombre, metió las manos dentro de la chaqueta y le dio caricias suaves en la espalda.
H : Eres lo más preciado que tengo también, cada toque tuyo me hace sentir que ya no soy el dueño de mi cuerpo, -Ali Rahmet acarició su mejilla- pero tienes que irte ahora o llegaremos tarde.
