Miró la tiebla reflejada en sus ojos afilados y admitió los labios de aquel hombre diabólico en los suyos, incorporándose en la cama para acercarse más a él, en vez de huir, extendió el contacto cálido y firma de la piel contraria en todo su cuerpo.
Piko actúa tan apático con ella que el afecto entre ellos da una sensación de trhiller, Nana prefiere cuando no hay palabras interponiéndose.
No es sorprendente el mordisco que llegue a sus labios pero tampoco había sido un tirón sensual, eran dientes perforándola, había sangre en sus bocas.
──¿Piko? ──lo llama débil y agitada.
Aplastó el costillar de Nana con sus manos frías, una a cada lado, presionándola con los dedos para mantenerla unida a las sábanas de la cama. De nuevo, puede notar en sus ojos maldad pasajera.
──Dilo ──indicó colérico y autoritario.
Las lágrimas recorriendo el rostro de la chica son fisiológicas, producto del dolor inflijido por los dientes en su boca. No le gustaba llorar, intentó sofocarlo.
──Dilo ──exigió, clavando las uñas── No lo retengas.
──¿De qué hablas? ──pregunta débilmente, consternada.
Piko inhaló la fragancia de manzana artificiales que desprende su cuello. Ella era responsable del calor abrasivo corriendo a través de sus venas.
──Di que me amas.
──No lo hago.
Ya conocía aquel dato irrelevante, él tampoco la quería —no admitía cuanto la amaba—, como tampoco toleró el rechazo cuando había hecho una petición extremadamente simple.
──Dilo. ──Repitió, apartándose con tal de tocar ese cuerpo hecho de barro y cerámica.
Está inquieto por la altanería demostrada.
──Dilo Nana. Quiero oírlo.
No pronunció las palabras adecuadas. Estaba enferma de él, a causa de él, aunque el susto continúe no temió la reacción de Piko.
──No es cierto.
Se paralizó cuando sintió el movimiento brusco de las manos del contrario, alrededor de ella, haciéndola brincar, zarandeándola de un lado al otro, borró los pensamientos aglomerados en su cabeza, descargando todas sus frustraciones contra ella, gritó, maltratándola.
──¡No importa, solo dilo!
Frenó de golpe, dejando a Nana hiperventilada.
Sostuvo su cuerpo delgado por los hombros, advirtiéndole, destruyéndola no con palabras, si no, con el tacto, ella recuperó el aliento al cabo de varios minutos. La espera pareció eterna.
──¿Quieres que mienta? ──dijo mareada, intentando librarse de él── ¿Y diga que te amo?
──Sí, hazlo.
No tiene sentido pelear con Piko. Deslizó las palabras como lágrimas de humillación.
no sé escribir y estoy muy cansada para seguir editando esto.
· ⸺ ❛Tanuki—dono·
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ruined | pikana
أدب الهواة❝ se derrumbó como las ruinas egipcias ❞ [violentometro ; drabbles] ⇡ ⇣ contenido tóxico ⇡ ⇣ ⇢ collab con @xXSelemiXx