XIII

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5:38 p.m

—Hyung... ¿Sungie estará bien?— Jeongin llevaría al menos quince minutos hablandole a Minho de su hermano, de cómo todas las mañanas antes de ir a clase peinaba su cabello de una forma en específico, cómo siempre veía un tutorial en YouTube para poder ponerse la corbata del uniforme, su particular sentido del humor... Pero estaba empezando a sentir que todo aquello desaparecería de un día a otro, sentía que todo iba a salir mal, que no volvería a escuchar su risa, sus chistes malos, o cómo se quejaba y sonrojaba cada vez que le hablaba de Minho.

El castaño también estaba comenzando a perder la Fe y esperanza de que todo iba a salir bien, de que Soonie, Doongie y Dori sólo serían producto de su imaginación y que de verdad iba a morir allí.

—Espero que sí... no merece esto, ninguno de vosotros os lo merecéis. No sé a qué coño viene todo esto pero-— Minho dejó de hablar cuando escuchó la puerta abrirse de golpe.

El rubio dió un brinco debido al susto y se acercó a Minho, como si este pudiera protegerlo. La Parca volvía a entrar, pero esta vez iba armado, cosa que a los chicos no les hizo mucha gracia a decir verdad. Detrás de este se encontraban cuatro de los hombres enmascarados, también armados, pero estos se quedaron en la puerta.

—Parece que vuestros amigos han encontrado la puerta y sorprendentemente han sido lo bastante listos como para abrirla...

El rostro de Jeongin reflejaba al fin algo de esperanza y felicidad, saldrían vivos y su futuro deseado se cumpliría. Al contrario que el rubio, Minho tenía una mirada preocupada, ahora estaban todos en aquel peligroso lugar con más de cien personas armadas y él... la Parca.

—Sin embargo— continuó —no creáis que os dejaré salir así porque sí, como ya he dicho el juego acaba de empezar y-

—¡¿De qué maldito juego estás hablando?!— Minho se levantó enfurecido interrumpiendo a aquel hombre. —¡Deja ya de meter miedo con tus estúpidas máscaras de disfraz de Halloween y dinos de una vez qué quieres! ¡¿A quién buscas y por qué?!

La Parca soltó carcajada tras carcajada, haciendo que Minho se estremeciera y que la piel del menor se erizase, realmente daba miedo. Finalmente tras dejar de reír, fingió limpiarse sus falsas lágrimas por encima de la máscara e hizo un gesto hacia sus "secuaces" indicando que fueran a por ellos. ¿Y ya? ¿Los iban a matar así sin más? Pues no.

—Deberías tener más cuidado con esas formas jovencito, no deberías hablarle así a...

—¡Tú y tus formas podéis iros a comer mierda!— Espetó antes de que los cuatro enmascarados entrasen y les golpearan de manera que quedaron totalmente inconscientes, tardarían bastante en despertar por lo visto.

—Maldito enfermo...— suspiró la Parca antes de salir.

Los cuatro hombres, arrastrando a Minho y Jeongin, siguieron a su "líder" hasta llegar de nuevo a aquel comedor, donde sentaron de nuevo a los dos adolescentes, apoyando sus cabezas en la mesa de una manera totalmente incómoda.

—Id a por ellos.— Ordenó.

Y así los cuatro enmascarados -a los que se les habían unido muchos más, para enfrentar al grupo de adolescentes- caminaron por los pasillos en busca de los muchachos.

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(Minutos antes) 4:48 p.m

Jisung bajaba las escaleras sin prisa, realmente no le hacía muchísima ilusión, no tenía ninguna prisa en ir a morir, pero sí para salvar a su hermano debía hacerlo, así sería.

Kijong Dong *TERMINADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora