Terror en Santa Eloísa [TW +18]

4: No voltees para atrás

12 de Marzo de 2017

Querido diario:

Espero que así sea como tengo que empezar. Mi mamá te compró porque me dijo que escribir me ayudaba a saber como me siento. Yo ahora me siento cansada porque estuve todo el día afuera. Samuel tiene días sin querer acercarse a la computadora, entonces me acompañó.

Jugué con él a plantar flores en el jardín, pero hace tanto frío que no creo que crezcan. No me gusta tener que usar suéter todo el tiempo y creo que no estoy preparada para el invierno. Si ya hace frio ahorita no quiero imaginarme después. Además que seguro no van a crecer mis flores.

Extraño mi casa, mi colegio y a mis amigas. Este sitio es demasiado aburrido y no se puede hacer nada. Antes tampoco podía porque teníamos que estar todo el tiempo con las ventanas arriba en el carro o adentro de la casa, pero al menos mi mamá nos llevaba al cine a veces o me traía cajita feliz cuando me iba a buscar a la hora de salida.

Quisiera convertirme en un pájaro para poder volar a mi casa, visitar a peluche y comerme un pastelito en la cantina como los prepara la señora Maria. No es justo que nos tuvieramos que ir, y menos venir a este sitio tan aburrido.

Yo pensaba que sería divertido vivir en una isla, pero no sabia que habia algunas en las que no hacía calor todo el tiempo. Me imaginaba que iba a ser como Moana y que ibamos a ir a la playa todos los días. Encima Samuel me mostró en el mapa donde estamos y es en la punta del mundo! Pegaditos del hielo. Con razón.

Diario no puedo dormir porque escuché algo afuera. Te tengo que contar un secreto, pero no se lo digas a nadie.

Unos niños de mi salon dicen que han visto cosas en la noche, moviendose en las matas. Estaban contando cuentos de terror y yo les dije el de la monja de la biblioteca pero no me creyeron, claro, como ellos nunca estuvieron en un colegio de monjas no saben el miedo que da saber que todas viven en el piso de arriba y salen en las noches. Yo las vi en los pasillos una de las veces que fuimos a la misa de las seis, eso si que da miedo.

Pense que era mentira lo que estaban diciendo, pero ahora yo también estoy escuchando algo. Creia que era Samuel pero viene de afuera, estoy escondida debajo de las sabanas porque me da miedo mirar a la ventana. Tengo persianas, pero la luz del patio le pega directo y se ven las sombras.