El escultor [WαngXiαn]

CAPÍTULO 1: EL ANUNCIO

Desde el momento en que su nuevo modelo entra en el estudio, Wei Wuxian sabe que se trata de un hombre que no está acostumbrado a este tipo de trabajo.

No es imposible, supone, que alguien leyera su anuncio en el periódico —redactado con cierta delicadeza, para no ofender a ninguna persona del tipo "justa y trabajadora" y sus sensibilidades mojigatas durante su café y tocino matutinos— y no entendiera exactamente lo que está buscando.

Se busca: Sujeto para posar como referencia para comisión académica neoclásica. Estatura alta y físico musculoso, útil, pero no necesario. 3 meses de sueldo como mínimo. Pregunte en el Colectivo de Bellas Artes Yiling si está interesado.

El hombre que entra en el estudio bien podría ser el mismo dios que se le ha pedido a Wei Wuxian que plasme en su obra más reciente, aunque su verdadera complexión es un poco difícil de distinguir bajo el corte de su traje, bien confeccionado y claramente caro. De todas formas tiene la altura que Wei Wuxian quiere y tal vez un poco más; para cuando observa las manos del hombre sujetando el ala de su sombrero, se pregunta si es demasiado tarde para preguntarle a su cliente si no querría quizá encargar algo específicamente dedicado a una característica tan increíblemente encantadora.

—Hola —dice Wei Wuxian, con un par de latidos de retraso—. Hey —se levanta de detrás de su caballete, que actualmente no contiene nada más que un boceto extremadamente vago para ayudar a planificar el diseño de una pieza potencial; y da un paso adelante para extender la mano.

El hombre —¿Dios? ¿Ángel? Hombre— vacila un breve momento antes de extender la mano y tomar la de Wei Wuxian con cuidado en su cálido y suave apretón.

—Me llamo Wei Wuxian —le indica, cuando el hombre continúa observándole con ojos dorados como la miel; su mirada es intensa, aunque es difícil decir si esto se debe al extraño color de sus ojos o al afilado corte de sus cejas (o por algo completamente distinto)— ¿Estás aquí por el puesto de modelo?

—Mn. Me llamo Lan Wangji. Deseo pedir más detalles.

Wei Wuxian está bastante seguro de que si todavía estuviera cerca de su taburete se hundiría en él. La voz de Lan Wangji es profunda y suave, resonante sin ser dominante; y entre el traje y esa voz, no puede evitar preguntarse a qué se dedica este Lan Wangji.

Nunca ha visto a un modelo de artista vestirse así y también está seguro de que ha estado en la escena artística local más que suficiente para saber si alguno de ellos tenía a un hombre tan guapo como musa.

—Claro, claro —dice con facilidad en lugar de expresar alguna de sus propias preguntas. Le hace un gesto a Lan Wangji para que se siente en el taburete que hay detrás del caballete y se dirige a toda prisa al fregadero de la esquina para vaciar un cubo de hojalata lleno de trozos de lienzo y palitos de carbón, para poder volcarlo y utilizarlo como taburete improvisado frente a él— ¿Qué quieres saber?

Lan Wangji apoya sus manos en las rodillas y hace que el humilde taburete de madera de Wei Wuxian parezca un trono, por todo su aplomo y seriedad.

—No estoy seguro de cómo funcionan estos encargos. Dices que es... académico.

Wei Wuxian asiente rápidamente, luego hace una pequeña mueca mientras levanta la mano con la palma hacia abajo y la agita con un ademán incierto.

—Bueno... Más o menos. De todos modos, es un tema académico y como dice el anuncio, es de estilo neoclásico —hace una pausa para comprobar la expresión de Lan Wangji, pero éste no parece confundido, así que Wei Wuxian solo asumirá que está lo suficientemente familiarizado con el movimiento como para saber lo que significa—así que es perfectamente aceptable para el tipo de profesor estirado y erudito.