5. Pregúntate qué se ha llevado esa persona de ti.
¿Qué hace que pienses tanto en él? Puede ser la película que te habías montado de cómo sería vuestra vida juntos.
Puede ser que se haya llevado el amor a ti misma. Que aprendieras a valorarte desde el sentir que esa persona te quería. Y, como ya no está, pues sientes que no vales lo mismo.
Puede ser que se haya llevado la confianza en ti. Que estés dudando de ti a base de darle vueltas a pensamientos como “tal vez si hubiera hecho esto”, “igual es que he sido demasiado tal”, “claro, fíjate su expareja era tan así y yo tan asa”, “¡cómo se me ocurre! No puedo volver a hacer esto con nadie”… Claro, si empiezas a buscar culpables y a señalarte a ti misma, dejarás de confiar en ti sí o sí.
Puede ser que se haya llevado tu fuerza interior. Como que te sientes pequeñita, dependiente y vulnerable desde que se ha ido…
Como me decía una coachee hace unos días: “Es que si por lo menos lo hubiéramos hablado bien, si le hubiera explicado, si me hubiera explicado, si lo hubiésemos cerrado de otra forma…”.
Esto también es muy común: la necesidad de tener una última conversación con esa persona, en el fondo, muchas veces, deseando que esa conversación le dé la vuelta a la tortilla y se arreglen las cosas.
¿Te suena? Si es así, pregúntate, con honestidad, para qué quieres tener esa conversación.
¿Qué estás buscando que esa persona te diga? ¿Qué poder sobre ti le estas dando a esa persona? Por ejemplo, “quiero que me diga que yo lo hice bien, que no fue mi culpa, que he sido muy importante para él”.
Vale, pues justo eso, con esas mismas palabras, es lo que necesitas decirte tú (en vez de buscarlo en el otro).
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Como dejar de pensar en alguien
Fanfiction10 pasos simples para dejar de pensar en alguien y depender emocionalmente de alguien Denle una oportunidad, la verdad, es bastante efectivo...