𝟎𝟓

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Su pequeño cuerpo estaba siendo totalmente abrazado por un cálido y agradable sentimiento, sus ojos pesaban ligeramente como para abrirse, pero debido a la humedad y calidez del ambiente, podía percibir con facilidad que se encontraba en alguna especie de baño. Mientras intentaba volver a tener el control de su cuerpo pudo oler un delicioso aroma a durazno, tal vez aquello era alguna especie de esencia que se ocupaba para ese tipo de lugares, fuese lo que fuese, realmente no le importaba, llevaba casi 3 semanas sin tomar un baño así que aquello era de ayuda, espera. Haciendo un recuento de todas sus desgracias, recuerdos golpearon fuertemente su cabeza, haciendo que de manera abrupta toda la calma que antes tenia desapareciera. Abrió los ojos de golpe y con susto pego un brinco, observando su alrededor para poder acostumbrarse a su entorno, el lugar se veía bastante agradable, era un baño hecho a base de madera, tenía detalles agradables y todo lo necesario para el aseo personal (toallas, jabones, sales de baño, etc), aun así la pequeña azabache no estaba del todo confiada de aquel lugar, hasta donde recordaba, había sido "capturada" por un demonio, un maldito psicópata de ojos arcoiris, aunque en esos momentos, no sentía ni el más mínimo rastro del demonio, era extraño, si en ese mismo instante aquel ser se encontrara junto a ella, la chica no tardaría en detectarlo pero al contrario, no sentía nada...

-Podria ser que..- Una fugaz idea paso por su cabeza, ¿seria posible que algún cazador la encontrará?.

Sus ojos se llenaron de brillo, con todo su corazón le pedía a los dioses que realmente hubiese sido rescatada, sin esperar demasiado, tomo una toalla de las que se encontraban a la mano y cubrió su pequeño cuerpo, abriendo la puerta de aquel baño con un poco de fuerza, no podía ocultar su entusiasmo, más sin embargo su sonrisa y emoción se agotaron de golpe al ver quien estaba parado fuera de aquel lugar.

-Ohh, despertaste antes de tiempo, querida- Aquel demonio la miró de arriba a abajo, embosando una gran y estúpida sonrisa, la cual irritó los nervios de la menor, aunque más que irritarla, la hizo sentir desilusionada.

Shinobu se recargo en el marco de la puerta, apretando su toalla con firmeza, aquel infierno no había terminado, sus pequeños orbes púrpura comenzaron a llenarse de lágrimas, parecía que en cualquier momento explotaría. Douma noto esto y una mirada burlona se hizo presente en su rostro, sin más llevó su mano hasta su boca y soltó una pequeña risa cubriéndola con su mano.

-Luces desilusionada mi pequeña, ¿acaso pensabas que te dejaría ir tan fácil?- Douma comenzó a caminar lentamente hasta Shinobu, la contraria sólo permanecía en su lugar, temblando, tal vez por la rabia o tal vez por el miedo, no estaba segura.

-Tú, ¿esto es divertido para ti?...- Soltó la chica mientras las lágrimas se hacían más y más inestables dentro de sus ojos, estaba a nada de romper en llanto, no aguantaba más, quería que su vida volviese a ser la misma.

-¿Divertido?, si te soy sincero, tenerte aquí conmigo me da una especie de satisfacción- El de ojos multicolor soltó aquello sin el menor rastro de vergüenza y al contrario, con su mano derecha tomó fuertemente una de las mejillas de Shinobu y la obligó a mirarlo.

Shinobu miraba a Douma con recelo, no iba a mentir, se sentía profundamente intimidada por aquella mirada tan directa y amenazante, se llegaba a preguntar, por que justamente ella tuvo que llamar la atención de alguien tan repulsivo.

-Satisfacción sentiré yo cuando alguno de mis compañeros venga y acabe contigo..- Soltó aquella respuesta de una manera agresiva, aguantando sus nervios y ganas de llorar, mientras intentaba alejarse de aquel demonio.

Era una amenaza, pero claramente Douma solo lo tomó como un chiste, llevaba menos de 500 años como demonio y en toda su vida como uno, raras fueron las ocasiones en las que un cazador, llegó a hacerle frente. Incluso cuando aún no era un demonio de rango superior, todos esos cazadores no fueron más que un simple juego para el. Sin previo aviso, Douma levantó a Shinobu tomándola de las mejillas, esta última soltó un quejido de dolor, sabía que si aquel demonio ponía un poco más de fuerza, sería capaz de arrancarle la cabeza sin el mínimo esfuerzo.

Dejame Poseerte 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora