Experiencias De Calzón Chino

#69 Paula

–¿De verdad no te preocupa?

Te encoges de hombros –Honestamente no, sabes que no es el primer cazarrecompensas del que me deshago

–Pero esta no es como los otros, tiene una gran reputación en su trabajo y.. No sé si puedas con ella

–¿Ella? Espera ¿Qué dijiste Bárbara?

Bárbara era una chica de 23 años de cabello negro y ojos azules, copa B y un trasero pequeño y redondo, ella había sido tu secuaz desde los últimos tres años y era el paquete completo, era buena médica, cocinera y hasta matona al ser alguien muy ruda, pero contigo siempre se encogía de miedo desde la primera vez que la castigaste. Esta no fue la excepción y ella cerró sus ojos con miedo al igual que apretaba el trasero sabiendo lo que venía, caminas hacia ella y la giras para sujetar la tela de algodón morado que cubría su pálido trasero, inmediatamente la estiras hacia arriba causando un chillido por parte de la joven conforme sus bragas escarbaban en su trasero

Todo este debate vino porque desde hace tres meses varios cazarrecompensas habían querido capturarte para entregarte a la justicia, cada uno fue distinto al anterior pero todos acabaron igual. Sin embargo Bárbara estaba preocupada porque la que iba a venir pronto era Paula Gonzáles, una mujer de origen latino con una excelente reputación que la precedía, ella había capturado a distintos mafiosos antes y ahora la ley creía que podía hacer lo mismo contigo, lástima que no estaba en tus planes ser capturado. Paula tenía al rededor de 35 años y la piel aceitunada, el cabello negro muy oscuro y los ojos como el ámbar, sus pechos eran copa C y su trasero estaba bien ejercitado

Sin más tiempo que perder sueltas las bragas de tu secuaz y la despides con una sonora nalgada para irte a preparar tus planes. Con solo darle algo de información o dinero a las personas correctas, el rumor de dónde te ocultabas llegó a los oídos de Paula, entonces la esperaste en tu cabañita del bosque, ella miró a la distancia y tal cual era su método de trabajo comenzó a poner trampas por el lugar nada más verte, esto sin saber que toda la zona estaba repleta de cámaras espías

Una de sus trampas te habría dejado colgando de cabeza, otra te habría lanzado dardos tranquilizantes, otra pudo noquearte al soltar una rama en tu cabeza, eran buenos ejemplos de las trampas que puso y fue divertido salir a modificarlas o cambiarlas de lugar mientras la mujer dormía

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A la mañana siguiente la cacería comenzó, ibas caminando cuando ella te vio y tu corriste en otra dirección para ser perseguido por ella, al girar ella pisó su primera trampa y su grito fue casi adorable cuando unos dardos comunes fueron disparados a su trasero

–¿Cómo se sintió eso?– Dices entre risas

Ella hace una mueca al quitarse los dardos del trasero –Cállate, solo olvidé que puse mi trampa aquí...

–En ese caso deberás arreglártelas mejor para atraparme sin más trampas

Paula solo ríe por lo bajo sin saber tu plan, la persecución continúa y la supuesta cazadora cree que te lleva a otra trampa, pero no sabía que esa fue movida dos metros hacia atrás, entonces al pisar donde no debió una cuerda jaló su pierna y la elevó por los aires dejándola de cabeza. Paula fue sacudida tan violentamente que la rama que sostenía la cuerda se partió y ella cayó de cabeza para quedar noqueada

Al darle la vuelta para contemplar mejor su trasero te diste cuenta que la sacudida fue tan violenta que a sus jeans de camuflaje se le abrieron un gran agujero que dejaba a la vista todo su trasero apenas cubierto por una tanga negra muy pequeña

–Te lo reconozco, eres sin duda la cazarrecompensas más sexy que ha tratado de atraparme.... Agradece que no terminarás como los otros

Te inclinas para sujetar muy bien el hilo negro que naturalmente estaba metido entre sus fuertes nalgas y lo estiras con fuerza, no esperabas sacarle un grito a una mujer noqueada pero por lo menos esperabas que cuando despierte sienta el inmenso dolor en su puerta trasera, pero una espectadora te dio una mejor idea