Experiencias De Calzón Chino

#48 Samantha LaRusso

*Hola mis queridos lectores, antes de iniciar esto quisiera aclarar unos puntos. Esto se sitúa en la segunda temporada de la serie de Netflix Cobra Kai, en el Capítulo #14 "The Moment of Truth" o "La Hora de la Verdad", es el capítulo donde Tory Nichols llega a Cobra Kai por primera vez y tras ir con Aisha a aquel Club donde va la gente rica del Valle (Me olvide del nombre) ella decide robar una botella de Vodka, Sam ve esto y supone que ella también le robo la bolsa a su madre por lo que la confronta y la arroja a una mesa con pasteles. Dicho eso disfruten*

Eres un chico común que de vez en cuando disfruta molestar a la gente con pequeñas bromas. Te uniste a un dojo de Karate llamado Cobra Kai después de ver como un chico llamado Miguel derrotó a un grupo de chicos que lo molestaban y aunque fue algo irritante tratar con el humor cruel de Johnny Lawrence te quedaste hasta el final. En el torneo fuiste derrotado por muy poco pero nadie podría negar tu destreza en las artes marciales

Aquel día el dojo recibió unos cuantos estudiantes nuevos entre ellos Tory Nichols, una hermosa chica rubia con ojos avellana de copa D y un trasero bien ejercitado

Caminas hacia ella con una sonrisa –Hola, Tory ¿Verdad?

La chica asiente –¿Cuál es tu nombre?

Le dices tu nombre y juntos conversan un rato antes de que tengan que seguir con la clase de Karate, al final la invitas por café pero ella dice que ira con Aisha al Club donde los demás ricos del valle van, por fortuna tu familia es miembro

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Tu familia tenía una corporación en crecimiento donde vendían mariscos, no eran de las personas mas ricas pero calificaban bien para ser miembros. Vas al sitio solo y con una maleta con traje de baño, nadas un rato y haces cosas normales mientras buscas con la mirada a Tory y Aisha, por fortuna o desgracia la vez en plena discusión con otra chica y esto termino con Tory arrojándola a la mesa de los pasteles

Sales de la piscina y vas tras ella –¿Qué acaba de pasar?

–¿Tú como entraste aquí?

–Oh, mi padre y yo comenzamos una pequeña empresa de mariscos, te iba a decir que vendría pero no estaba seguro. ¿Qué ocurrió entre esa chica y tú?

Tory gruñó –La perra me acusó de robar el bolso de su madre, intentó revisar mis cosas a la fuerza y..

–Recibió su merecido– Continuaste con una sonrisa –Uno no se debe acercar así a una cobra sin esperar una mordida, hiciste lo que debiste hacer– Ella sonrió por ese chiste –¿Quieres ir a otra parte? No tengo muchos amigos aquí y preferiría hacer algo mas divertido

Ella asiente con una sonrisa –Vamos

Juntos van a una cafetería y se conocen mejor, pasan unas cuantas horas riendo y todo hasta que un tema específico sale a la conversación, el calzón chino. Todo fue gracias a que vieron un chico siendo perseguido por otros mas y finalmente colgado de una rejilla

–Jajajaja– Se burló la chica junto a ti –Sería excelente ver a la perra de LaRusso colgando también

–Podríamos ir a buscarla y darle el calzón chino de su vida– Contestas dando un sorbo a tu café

Si bien ella estaba bromeando, abrió los ojos con interés –Seguramente el primero pero en definitiva el peor

Dejas de lado el café –Pues andando– Dices de forma divertida y emocionada por eso, sería gracioso ver a la chica rica con las bragas estiradas

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Investigan bastante sobre esa chica y dan con una ubicación donde ella estaría sola, un lugar muy hermoso donde bien se podría dar clases de Karate. Analizan el sitio y por fortuna ella si estaba sola, así que brincan la cerca de la forma mas silenciosa posible y se ocultan detrás de unas plantas

–¿Comienzas tú?– Le susurras a Tory

Samantha LaRusso era una bella chica de piel clara, ojos azules y cabello marrón oscuro, copa B y un trasero redondo. Tory asiente y camina con sigilo en dirección a Samantha, quien estaba entrenando, estando detrás de ella mueve rápidamente las manos y toma sus bragas rosas con pingüinos para tirar hacia arriba

–¡Agh!– Grita ella al sentir el dolor

Tory ríe –¡Ja! ¡Lindas bragas LaRusso!

Tú no puedes evitar reír desde tu escondite. Sam da unos saltitos conforme Tory la rebota pero decide reaccionar y lanza un cabezazo hacia atrás, dándole a Tory en la nariz; LaRusso la toma del cabello y la arroja hacia el pasto pero Tory se pone de pie y se pone en guardia, Sam tira una patada y le da en el muslo, cosa que derribó a la rubia. Era entendible porque paso esto, Tory no llevaba mucho tiempo estudiando Karate a diferencia de Samantha, quien según investigaron entrenaba desde muy pequeña. Sam le da la vuelta a Tory para que esta quedara bocabajo, divisó el resorte de los cacheteros blancos de la rubia y tiro sin piedad

–¡Agh!– Gritó ella con los ojos muy abiertos

–¡¿Qué dices de esto?! Divertido ¿Verdad?– La comienza a rebotar un poco pero no esperaba que salieras de tu escondite para defender a tu nueva amiga

–¡Hey!– Samantha voltea y suelta la ropa interior de Tory para bloquear unos golpes de parte tuya

En un momento la logras sujetar de la muñeca y tirar para que ella cayera hacia enfrente, sujetas su cabeza con el brazo y la dejas en una llave de la que no se pudo liberar, tomas sus tiernas bragas y las estiras todavía mas haciendo que lleguen a la altura de sus omóplatos. Tory ve una oportunidad y tras juntar las manos le aplica un Kancho

–¡AY! ¡Paren por favor!

Sonríes con burla –¿Porqué no le bajas los pantalones?

Sam abre los ojos con terror y sorpresa –¡No! ¡Mis pantalones no!

Tory imita tu sonrisa y en un movimiento rápido le baja los pantalones con los que Samantha entrenaba. En un movimiento sueltas el cuello de Sam y haces que se de la vuelta, le das un abrazo para inmovilizar sus manos

–¿Porqué no vas por enfrente?– Dices moviendo las cejas con picardía

Tory sonríe y tras tomar la parte frontal tira alto y casi le cubre la cara

–¡AH! ¡BASTA!

–Esto es por como me trataste LaRusso, para que aprendas a no meterte conmigo..

La sueltas para tomar la parte trasera y ahora tiran al mismo tiempo, dándole a la niña rica la sensación de que la partirían por la mitad, finalmente ella le logra colocar un atómico frontal y como aquel dolor no era suficiente le pones un atómico con la parte trasera, esta vez con ayuda de la rubia porque era difícil estirar a tal punto esas bragas

Escuchas un auto –Debemos irnos Tory

Ella asiente y antes de irse le dan una nalgada cada quien

–Fue buena idea atarle las manos con esa cinta que encontramos ¿No crees?

Ríes –Definitivamente, eres muy lista Tory