SenHaku Week 2022
NOTA: Lamento mucho no ir al día con la SenHaku Week, además de que lamento mucho que los dibujos no salgan a la par con los fanfics, pero es que mi amiga trabaja muchísimo más que yo y pues nada. Igual espero que les guste.
NOTA 2: Como siempre, intento utilizar universos que ya conocen para mis historias. En este caso, les traigo otra historia que estará incluida entre los acontecimientos de "Adheridos" (que es la historia que empezaré a publicar la semana que viene) y "Circunstancias Problemáticas".
Día 4
Tema: Domestic
Título del fanfic: ¿Interrupciones?
Si a Senku le hubieran dicho que ser padre arruinaría en gran medida su vida sexual con su esposa, probablemente habría buscado todas las formas posibles para evitar la paternidad al menos hasta los 35 años (de ser posible y si la leona se lo permitía). Sin embargo, el despertarse todas las noches y turnarse para atender a la bebé había sido sólo la primera de todas las cosas con las que había tenido que lidiar. Por suerte, Kohaku era una mujer bastante fuerte y resistente, que había sabido adecuarse al cansancio que venía asociado con la maternidad... cosa que para el científico no había sido tan simple, a pesar de que él intentaba tener una sólida participación.
Con la inclusión en los viajes a La Luna en la ecuación, por suerte Senku había conseguido mejorar sustancialmente su respuesta al cansancio gracias a las veces en las que se petrificaba durante los procesos de construcción de la ciudadela lunar en la que estaban trabajando. Por suerte, otra cosa favorable para ello fue el embarazo de Ruri, con el que Kohaku desarrolló una emoción inimaginable, lo que permitió que Chrome y él participaran en la explotación lunar sin problemas, mientras Kohaku y Ruri se hacían compañía en La Tierra compartiendo felices.
No obstante, el paso del tiempo también había llevado a que se él se diera cuenta de cómo amaba llegar a la casa y ser recibido por su pequeña llorona. Y, así mismo, disfrutaba pasar noches enteras contándole cómo era viajar a La Luna, cómo era el espacio y la importancia que tenía construir esa ciudadela para la explotación lunar, ofreciéndole a su pequeña que, cuando fuese seguro para ella, empezaría a llevarla con él para que también conociera.
Definitivamente, aunque amaba la ciencia y su trabajo, debía reconocer que su vida doméstica al lado de la leona era maravillosa.
Pero siempre seguían con el mismo problema:
El primer año por los despertares nocturnos, que fueron haciéndose cada vez menos comunes y el colecho, que los llevaba a terminar teniendo encuentros sexuales en cualquier otro lugar de la casa, pero sin descuidar posibles despertares de la pequeña Shinku. Se tornaba difícil, pero no imposible.
El segundo año otra vez el colecho hizo de las suyas para hacer mella en el tiempo a solas de la pareja, pero esta vez ya eran "profesionales" en tener encuentros furtivos, ni siquiera Gen con sus trucos de escapismo se equipararía a las habilidades que habían desarrollado para escabullirse y disfrutar de cortos, pero placenteros encuentros. Y, con el tiempo, tanto él como la leona eran capaces de adaptarse a todas las posibles eventualidades, como por ejemplo que su niña despertara y empezara a llorar buscándolos en medio de la noche.
El tercer año trajo consigo un intento de separación de la pequeña de la cama de sus padres (completamente fallido), que terminó convirtiéndose en una reafirmación del colecho. Especialmente porque la base lunar cada vez estaba más constituida y eso implicaba que Senku prácticamente pasaba hasta una semana en La Luna por cada mes en La Tierra, pero al menos las comunicaciones habían tenido una mejora exponencial y lograba compartir la vida doméstica de su familia, incluso en la distancia.