Quackity y Luzu, ¿bonita pareja? No lo creo, se llevan horrible y se odian a muerte... bueno, según ellos. // Prácticamente una historia tipo del odio al amor, solo que con menos pena ajena y más decente, pienso yo.
Al día siguiente el primero en despertar fue Luzu, no sabía ni lo que había pasado, tenía un poco de migraña y miró a Quackity a su lado.
- Que yo recuerde no tomé ni una gota de alcohol anoche, ¿por qué no recordaré nada? que raro.
Bajó a la cocina, todo estaba limpio, solo habían unos cojines desacomodados, pero eso era todo el desastre.
De repente todo le empezó a dar vueltas - ¿Por qué me sentiré tan mal? No lo puedo creer. - Dijo un tanto preocupado por su persona.
Después de aquel mareo decidió hacerse desayuno para después tomar una pastilla para la migraña, le fue avanzando a tal punto de que parecía que había tomado alcohol a morir.
Quackity baja y ve a Luzu, este estaba sudando frío - Lusu... ¿qué te sucede? - Dijo preocupado.
- No lo sé Quackity, pero no te preocupes, estaré bien, solo deja me tomo una pastilla. - Este subió a su habitación y se encerró.
- ¿Ahora que hice mal? No puedo creer que se haya enojado conmigo otra vez, esta vez no hice nada malo. - Solo un pequeño suspiro salió de su boca.
Un rato después Luzu ya no bajaba, esto empezó a preocupar al pato - ¿Qué se supone que haga? Si voy se va a enojar y si no voy me voy a preocupar mucho más. - Tenía que decidir rápido, pues este se moría por dentro lentamente al no saber que pasaba con el mayor.
- Vale madre, voy a subir. - Subió corriendo Quackity a la habitación de Luzu.
Tocó unas 7 veces sino es que más. - Lusuu, ¿te encuentras bien? - Dijo Quackity. Este no obtuvo respuesta de nadie, empezó a penar lo peor.
- No puedo entrar así porque si, está encerrado, no me quiero ver como un degenerado... ya fue, que tanto podría pasar. - Entró sin pensar dos veces en las consecuencias.
Ahí estaba Luzu, dormido, al parecer no había descansado mucho esa noche al estar junto a Quackity.
- Me imaginé lo peor y este solo estaba durmiendo, jajajaja que estrés. - Suspiró aliviado y se fue en silencio.
- ¿Ahora que se supone que haga? Supongo que va a estar un rato más durmiendo... ¡Ya sé! Le haré la comida. - Empezó a buscar cosas para preparar su comida y la de Luzu. - Acabo de recordar que no sé prender la estufa... soy un fracaso como amigo. - Dijo este riendo para no llorar.
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Perdón por el capítulo corto, pero es que tengo demasiadas ideas para esta historia que no sé ni cuales usar.
Otra cosa, les agradezco mucho a todos los que están leyendo esto, de verdad, gracias. <3
