Malos pensamientos.

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Quackity no iba a regresar, estaba harto de todos, de todo, de los malos tratos de Luzu, de él incluso, pero en el fondo lo amaba, sentía que en tan poco tiempo se había enamorado de este.

No quería regresar, estaba muy mal como para regresar, además, Quackity ya no estaba agusto, él pensaba "¿Por qué siempre soy yo el que tiene que ir atrás de él? No lo entiendo."

No quería verse como un completo imbecil, pero no lo iba a negar, Luzu lo traía mal, en el buen sentido, estaba perdidamente enamorado del castaño.

- Ay... ¿y si regreso?- Dijo Quackity - ¡No! Debo de aprender a ser firme, si él realmente me quiere y me ama, vendrá a buscarme.-

Quackity siguió su camino confiando en que Luzu lo iba a ir a buscar en algún momento ya arrepentido de lo sucedido.

Por otro lado, el castaño no se había movido ni un centímetro, seguía tirado en el patio.

"Debería de ir atrás de él... o solo dejarlo ir ya?" Pensaba Luzu.

Solo miraba el cielo, era bastante flojo como para empezar a correr, pero sentía que debía de hacerlo, tenía cierto impulso o motivación para hacerlo, pero no sabía que era.

- ¿Debería...? No, si él me ama vendrá hasta acá de nuevo.

Luzu solo se recostó de lado para esperar a Quackity.

Ninguno de los dos iba a ir atrás del otro, querían iniciativa del contrario, pero al parecer eso no iba a ser posible.

La noche cayó, Luzu ya estaba cansado de esperar, así que entró a su casa.

Sabía que Quackity no iba a ir, pero de igual manera lo iba a esperar en la sala.

Quackity solo llegó a su casa y fue a encerrarse a su habitación.

- ¿Luzu llegará a venir...? No quiero quedar como imbecil, no de nuevo.- Pensó Quackity.

Volteó su mirada a la ventana, solo entraba la luz de la luna y escuchaba uno que otro grillo, sus ojos se empezaron a cerrar, se estaba quedando dormido, de repente, un profundo pensamiento invadió su mente.

"¿Ya se aburrió de nosotros?"

Quackity abrió los ojos, quizás sus pensamientos tenían razón, Luzu estaba aburrido, por eso no lo buscaba y lo evitaba, ya no era lo suficiente para él, fue solo algo para quitarse el aburrimiento.

Ya no sabía ni que pensar, solo estaba seguro que todo era por ese tal Auron, Luzu ya había puesto su mirada y su corazón en él.

- ¿Qué tiene él que no tenga yo? Puedo cambiar, puedo ser distinto, ¿él es lindo? yo también puedo serlo, ¿es gracioso? puedo intentarlo... puedo ser igual que él... lo que sea por ti, Luzu. - Pequeñas lágrimas rodaron por las mejillas de Quackity.

Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta de su casa, con todo y su pijama, tomó fuerzas y empezó a correr a la casa de Vegetta, no estaba seguro de que la idea que se le había ocurrido era la correcta, pero él solo quería el amor de Luzu.

Quackity llegó a la casa de Vegetta.

- VEGETTA, ABRE, SOY YO, QUACKITY.

Vegetta abrió la puerta, estaba todo dormido, apenas y podía tener los dos ojos abiertos.

-¿ Q-Quackity? ¿Qué haces aquí? Es muy tarde. - Dijo Vegetta.

- Necesito que me ayudes en unas cosas, no preguntes, solo déjame entrar.

Vegetta no sabía lo que pasaba, así que solo le abrió paso para entrar a su casa.

- Quackity, deja lavo mi cara, acabo de despertar.

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2022 ⏰

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Luckity-Los que se pelean se amanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora