A los 18 nos conocimos.
¿Lo recuerdas, ojitos miel?
Era Abril y el frío invierno parecía aún no querer dar paso a la cálida primavera.
Tú dibujabas en aquella apartada esquina de ese viejo cafe, como si no te importara en lo absoluto lo que pasara con el mundo.
Quizá era porque en verdad no te importaba en lo absoluto lo que pasara con el mundo. Cuando dibujabas te ponías en ese plan.
Solo eran tú, el lápiz y el papel. Nada más. ¿Sabes? Envidiaba al lápiz aveces, porque en ocasiones, el parecía recibir más tu atención que yo.Recuerdo que cuando llegué a saludarte lo hice a tropiezos y brincos. Y aún me apena el decir que termine arruinando tu obra de arte.
Lamento aquello. Estaba muy nervioso aquel día.
Tenía rato viéndote y mis amigos no dejaban de molestarme con que dejara de babear y fuera a pedir tu número.
Y cuando finalmente me armé de valor para hacerlo, los nervios me hicieron una mala jugada y tropecé con todo y café arruinando tu obra maestra.Vaya manera de conocernos, ¿no lo crees, ojitos miel? Seguramente te llevaste una gran primera impresión de mi.
¿Sabes? Nunca te pregunté que era aquello que dibujabas. Igual, doy por seguro que era hermoso.
Con amor,
Abraham.
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18.
Short Story❝ A los 18 nos enamoramos, amamos, lloramos, corrimos nos arrodillamos y nos dimos la espalda el uno al otro. ❞