Tu, él, ellos y nosotros.

CAPITULO N° 6

Ya pasaron tres días que Alexander no viene a clases que vine a buscarlo a su depa es la segunda vez que vengo, siempre fue Alexander el que viene a mi casa a buscarme, el edificio es enorme y de vidrio polarizado que le da un buen atractivo a vista de todos, me pregunto de cuantos pisos serán,  me acerque al intercomunicador y lo presione quise presentarme  pero la puerta se abrió, me dirigí al mostrador donde se encontraba un guardia de seguridad, lo salude y pregunte en que piso se encontraba Alexander.

Qué raro que Álvaro allá venido, esta es la segunda vez que esta acá y claro que esta es la primera que viene a buscarme, porque la primera vez que lo traje fue cuando lo recogí de la calle; en aquella vez:

Dos años atrás…

Alexander estaba caminando por los suburbios cuando unos pequeños ruidos llamaban su  atención ya que le eran muy conocidos, empecé acercarme y los ruidos se hacían más fuertes, cuando llego al lugar  y vio a unos sujetos con traje, enormes mastodontes que estaban golpeando a un joven, su cabello era verde, tenía la ropa rasgada y sucia, tenía los labios partidos y llenos de sangre que lanzaba escupitajos para deshacerse de la sangre, tal vez sean traficantes o de alguna mafia… No pensé ni quise meterme con ellos; solo me quedé quieto como un observador. Pues estaba aburrido y encontré algo que me distrajese.

El peli verde ya no puede más, esta tirado en el suelo y los mastodontes se ríen como si fuera toda una gracia.

Bueno el espectáculo ya ha terminado. Pensé viendo como aquel joven seguía en el suelo.

Pero de un momento a otro él empezó a moverse restregando su cuerpo en el pavimento; empezó a mover las manos y las piernas tratando de apoyarse que también utilizo la cabeza como apoyo para  levantar un poco el cuerpo y de sus labios salía un hilo de sangre que yacía en el pavimento sucio y mal oliente, hasta que logro ponerse de pie, con dificultad pero lo hizo,  levanto la cabeza, tenía un ceño fruncido y presionaba los dientes con tanta rabia que podías ver las venas saltar por su sien.

Veía aquel peli verde esforzándose para recibir otra paliza más, ¡Absurdo!, me mofe de él pero aun así su porte era eminente y no daba duda alguna de sus agallas. Lo que más llamó mi atención fue sus ojos de color jade que me hace sentir tranquilidad a pesar de la rebeldía y desalineo que mostraba su apariencia.

–Hermoso… Musite fue la segunda vez que vi unos ojos tan hermosos que deseaba tener esos ojos en mis manos, como la colección de autos… Ja, ja, ja, empecé a reír a carcajadas haciendo notar mi presencia, los hombres y el muchacho giraron para verme.

Sin más espera me fui contra uno de ellos lo golpeé lo más fuerte que pude, pero parece no estar afectado…  No quieres salir de esta… Lo dije llamando la atención de aquel peli verde que me miraba dubitativo.

Hasta que no pensó más, el peli verde que se puso delante del otro hombre también y empezó a esquivar los golpes; yo me fui contra el otro, como mis puños, no tenía efecto empecé a patearlo a un costado del brazo y este sujeto mi pierna cual aproveche su agarre para impulsar mi cuerpo con un giro de cadera y lanzar una patada con la otra pierna en  toda la cara haciendo que cállese de rodillas hacia un costado y antes que se ponga de pie levante la pierna hasta que este delante de mi rostro y la baje con fuerza golpeando su cabeza con el talón haciendo que su rostro se estrellase con el pavimento rompiéndole la nariz y provocando un pequeño charco de sangre… 

Quise ayudar al peli verde pero él no me lo permitió. Una verdadera pelea es de uno a uno. Dijo mostrándome uno sonrisa… Respete su decisión, y me agradaba más.

El mastodonte se reía al verlo tambalear que se acercó y le dio un puñetazo en el rostro haciendo que el peli verde retrocediese; aprovecho la distancia que giro su cuerpo por detrás haciendo que su cabello rosara contra el pavimento que hizo que su pierna se estirara más para golpear  en la cara del mastodonte con el talón rompiéndole algunos dientes de un lado de la cara haciendo que este retrocediera; él peli verde impulso su cuerpo que le dio el doble de fuerza; hizo el mismo movimiento con la diferencia que dio una pequeña patada al centro que él mastodonte esquivo pero él peli verde utilizo esa patada para tratar de sostener el cuerpo en el aire como una suspensión para luego seguir con otro giro en el aire golpeándolo otra vez en la cara haciendo que él mastodonte de giros en el aire para luego caer como un costal…