Kim SeokJinCinco años después.
Hace cinco malditos años estaba hecho añicos, tenía un corazón roto, tan roto que dolía cada día, hora y minuto. Era como una persona muerta, intentando ocultar todo lo malo que sentía, intentando reprimir todo pensamiento malo, cosa que no conseguía.
Yoongi hizo un buen trabajo, me dejo nuevo, un corazón arreglado, con ganas de seguir viviendo. No digo que el proceso fue rápido, porque tardemos meses en poder arreglar mi salud mental, pero cada día que pasaba yo ponía más empeño en estar bien, gracias a una bella persona llamada Isabella.
Pude entender una regla importante para la salud mental: Aprender a distinguir quién mereceuna explicación, quién merece solo una respuesta, y quién merece absolutamente nada.
También entendí que nada de lo que pasó fue mi culpa, no me tenía que sentir culpable por lo ocurrido porque, a decir verdad, era demasiado para ella. Solo estaba en el lugar equivocado.
En fin, pude superar mi pasado, pude enamorarme de Isabella y pude hacer una bonita familia con ella.
*
Me siento en el sofá y empiezo a escuchar los regaños de Isabella, está regañando a JungKook porque el chiquillo se quiere montar en una bicicleta pero es demasiado prqueño para eso. Como es un cazurro no aguanta un "no" por respuesta.
Veo que mi mujer me empieza a buscar con la mirada, empiezo a jugar distraídamente con el mando de la tele, como si no me hubiera percatado de nada.
— ¡Kim SeokJin! —oh no, ese soy yo.
— Dime, mi amor. —levanto la mirada, para verla en frente mío, sus manos en jarras.
— ¿No le vas a decir nada a tu hijo o lo tengo que hacer yo todo? —habla, está muy enfadada.
Miro a JungKook, el cual me esta poniendo cara de cachorro triste, sus ojitos brillates como los de un bambi y un pucherito en sus labios, como si estuviera a punto de llorar. Que chantajista es.
— Déjalo que se suba a la bici, total, del suelo no va a pasar. —digo con tranquilidad, JungKook ensacha una sonrisa malévola y me da el pulgar arriba.
Parece que tenga más de cuatro años, ¿cómo puede saber tanto ese chico?
— ¡Dios mío, Jin! Se puede romper un brazo. —señala a JungKook, me encojo de hombros.
— Escúchame, es un chico. Si no lo hace ahora, ¿cuando lo va a hacer?
— Lo llevarás tú al hospital. —me señala en amenaza.
— Claro que sí, después soy yo el que se pone más histérico. —me levanto del sofá para acercarme a ella.
Y es verdad, suelo ponerme muy histérico cuando JungKook se hace daño, es como si me estuvieran haciendo el daño directamente a mi piel.
Miro el sitio en donde estaba JungKook, y sonrío cuando veo que él ya no está ahí, niño astuto.
Agarro a Isabella de la cintura y la apego a mi cuerpo, sonriendo.
— No te enfurruñes, cariño. —murmuro.
— No me gusta que malcries al niño, siempre le das lo que quiere, SeokJin.
— No lo estoy malcriando, amor, él sabe cuando es un "no" de verdad. Además, si tengo el dinero, ¿por qué no iba a malcriar a mi hijo?
Ella abre la boca para replicarme pero yo soy más rápido, hago que calle con un beso. Mis labios se mueve contra los suyos y yo sonrío en mitad del beso, cuando muerde mi labio inferior.
— ¿Hemanito? —esucho la voz de mi hijo y me separo rápidamente.
Miro a Isabella con gracia y ella parece que le vaya a dar un ataque.
— No, cariño... Tu padre me estaba quitando un... una mancha que tenía.
Lo único que sé ahora es que soy inmensamente feliz con estas dos personitas en mi vida, y que no se que sería de mi sin ellos.
Porque ahora mismo mi vida son ellos, mis ganas de vivir es JungKook, y no puedo cambiar eso.
Otra última cosa que aprendí es que lo que vale la pena, nunca será fácil.
¡Fin!
×××
holahola, como están?
que les ha parecido todo?
el final que tal?
todos los coments serán bien recibidos <3
Espero que les haya gustado esta historia tanto como a mí.
en mi perfil podéis encontrar mas historias de los chicos y de mas gente, a lo mejor os interesa.
Bueno...
Love, M 🧡
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Another love ✔
FanfictionLas personas calladas poseen las mentes más ruidosas. Referencias a la canción de Tom Odell. Prohibida la copia o adaptación.