-𝟏𝟓-

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Eran las seis de la mañana de un ventoso octubre, el 24 de octubre para ser exactos. Todavía estaba oscuro, el sol aún no había salido y los estudiantes de último año estaban cargando varios autobuses.

Pero no eran autobuses escolares normales. Eran autobuses reales en los que había compartimentos para maletas y demás. El instituto Hawkins había hecho todo lo posible para este campamento.

Había muchos profesores ayudando a los estudiantes a localizar el autobús al que debían subir. "¡Chicas, autobuses uno y dos! Chicos, autobuses tres y cuatro". Steve se estremeció ante el fuerte grito del profesor. Era demasiado pronto para esto.

No se veía a Eddie por ninguna parte. Steve miró a su alrededor, pero no había rastro de él. Una mano repentina se posó en el hombro de Steve. Se giró rápidamente esperando ver a Eddie, pero sólo era un profesor.

"Bien, hijo, ¿Cómo te llamas?", preguntó el profesor, con el aroma del café de la mañana en su bigote. Steve retrocedió un poco.

"Harrington. Steve Harrington", respondió, sabiendo que tomaban el papel por los apellidos. El profesor asintió, mirando la lista que tenía en la mano, hojeándola.

"Harrington... autobús uno. Yo me encargo de tu maleta", se ofreció el profesor, tomándola ya de la mano de Steve. Steve dejó que cogiera la maleta y comenzó a dirigirse a su autobús. Por suerte para Steve y Eddie, el autobús uno estaba formado por apellidos que empezaban por la letra A hasta la M, lo que significaba que podían viajar juntos. Steve se preguntó si Eddie llegaría tarde.

¿Llegará Eddie a tiempo? Eddie no pagaba este viaje de su propio bolsillo, así que no le perjudicaría si se saltaba el viaje. Sin embargo, seguramente le dolería a Steve.

Mientras caminaba por el pasillo del autobús, Steve lo vio. Allí estaba Eddie, sentado en la parte trasera del autobús, escuchando Dios sabe qué en su walkman. Estaba medio dormido, mirando por la ventana del autobús, observando a todos los demás estudiantes que buscaban frenéticamente sus autobuses.

No había nadie más aquí atrás. El otro estudiante más cercano estaba dos filas delante de Eddie. A veces parecía que Eddie era una persona repelente, o al menos eso era lo que Eddie pensaba de sí mismo.

El asiento de al lado estaba vacío. Eddie no tenía que guardar el asiento para Steve. De todos modos, nadie quería sentarse con él, nadie excepto Steve. Steve sonrió mientras se sentaba y le arrebató a Eddie los auriculares de la cabeza.

Eddie dio un salto de sorpresa. No se había dado cuenta de que el tipo más alto había subido al autobús. Steve se colocó los auriculares en los oídos y escuchó. No era su tipo de música, pero definitivamente era la de Eddie.

Steve le devolvió los auriculares a Eddie. Eddie sonrió. "¿Ni siquiera un 'buenos días', Harrington?" preguntó Eddie, inclinando la cabeza. Sus ojos parecían dormidos y su voz era ronca. A Steve le dio un vuelco el corazón al oír su apellido salir de la boca de Eddie.

"Me has ignorado durante dos días, no te mereces un 'buenos días'", dijo Steve. Parecía una broma, pero hablaba muy en serio. Eddie suspiró y puso en pausa su walkman, enrollando los auriculares. Steve lo observó atentamente, sobre todo mirando las manos de Eddie.

"No te he ignorado", explicó Eddie. Steve lo miró a los ojos, levantando una ceja. "Mis compañeros de banda estaban enfadados conmigo porque no había ensayado con ellos últimamente, así que pasé el fin de semana en casa de Gareth".

"Así que por eso no respondiste a mis llamadas", dijo Steve, bajando la mirada al dobladillo de su camisa con el que estaba jugando. Steve entonces se dio cuenta de que sonaba como una novia necesitada. Realmente necesitaba bajar el tono, pero de alguna manera se había encariñado con Eddie.

Podría tratarse de los problemas de abandono de Steve: el miedo a que sus amigos le abandonen como hicieron sus padres. También podría ser su ansiedad por separación, la inmensa ansiedad que siente cuando está lejos de alguien que le importa durante mucho tiempo.

O también podría ser su inmensa afición por Eddie, la forma en que no podía pasar sin pensar en el metalero durante más de diez minutos.

"¿Llamaste?" preguntó Eddie, con las cejas fruncidas por la confusión. El autobús arrancó, el motor rugió un poco. Luego comenzó a moverse.

"Como... dos veces. Una vez el sábado y otra ayer", recordó Steve, que seguía sin establecer contacto visual. Deseaba poder abrazar a Eddie, pero no ahora, no en público, no con los rumores que corrían sobre ellos. También sería raro teniendo en cuenta que a Eddie no le gustaba de la misma manera que a Steve.

"Estaba demasiado ocupado siendo una estrella del rock, Harrington", le dijo Eddie con un guiño juguetón que hizo que a Steve se le revolviera el estómago. Eddie entonces extendió su mano, con la palma hacia arriba. "¿Ves?" Steve miró los dedos de Eddie que estaban ásperos y con ampollas por las cuerdas de la guitarra.

Steve sonrió y luego miró a Eddie. "¿Qué estabas escuchando?" preguntó Steve, señalando el walkman en el regazo de Eddie. "Estaba... muy alto".

Eddie se rió. "Se nota que no escuchas buena música", se burló de Steve. "Es Metallica". Dijo Eddie, esperando algún tipo de reacción por parte de Steve, pero su cara estaba en blanco. 

"¿Nunca has oído hablar de ellos?"

Steve negó con la cabeza. "No, pero me gusta la buena música... Me gustan... los Bee Gees y... y ABBA". Eddie arrugó la nariz. "Esa- Esa canción que dice uhh... 'I need a hero'", cantó Steve con una voz aguda que hizo que Eddie se riera. "Esa también es buena".

"Tu gusto musical es... definitivamente algo", dijo Eddie con una sonrisa. Eddie volvió a desenredar los auriculares y rebobinó el casete. "Toma". Eddie le colocó los auriculares a Steve y pulsó el play, el volumen se bajó para él.

Steve escuchó. "Se llama Ride the Lightning", le dijo Eddie. Luego comenzó a darle a Steve una pequeña biografía de la banda, explicando las canciones y sus historias de fondo, todo mientras Steve escuchaba su música.

La mayor parte del viaje en autobús fue así hasta que, en un momento dado, Steve se quedó dormido al ritmo de la música. Eddie lo observó dormir durante un rato. Parecía tan tranquilo... tan bonito. Eddie quería gritar.

Por desgracia, Eddie se limitó a volverse hacia la ventana y mirar la carretera durante el resto del viaje mientras Steve dormía profundamente. ¿Qué importa? pensó Eddie. De todos modos, ni siquiera le gusto.

Eddie todavía tenía la impresión de que aquella noche de hace un mes, Steve no quería realmente besarle, que simplemente estaba demasiado borracho. Si Eddie supiera lo mucho que le gustaba a Steve.

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N/A: ‼️Spoilers del volumen 2 de la cuarta temporada (por si alguien no lo ha visto)‼️

Al parecer Eddie vuelve para la 5ª temporada (no sé si realmente está vivo o si Vecna va a utilizar su cuerpo como recipiente).

Es que ha habido tantos rumores y teorías que ya no sé qué es verdad, así que lo único que podemos hacer ahora mismo es esperar.

N/T: y con este capítulo termina el maratón. Gracias a todos por votar y comentar. 💖💖💖

5/5

𝐈 𝐖𝐈𝐒𝐇 - 𝐒𝐭𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora