𝐈 𝐖𝐈𝐒𝐇 - 𝐒𝐭𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞

-𝟏𝟕-

Steve oyó la voz de Eddie a través de la puerta del cuarto de baño, los golpes que golpeaban su espalda que estaba presionada contra la puerta. Steve se enredó las manos en el pelo, las cálidas lágrimas corrían por sus mejillas.

Él sollozó en respuesta, sin querer decir una palabra. Sin embargo, Eddie no se detuvo. Volvió a llamar, los golpes fueron mucho más rápidos y desesperados esta vez. "Oye, ¿estás bien ahí dentro?" Preguntó Eddie, su voz sonaba preocupada.

"S-Sí", respondió Steve, tratando de sonar lo mejor posible, pero su voz sonaba tensa. Sabía que no tenía sentido mentir. "No..." Steve confesó, apoyando la cabeza en la puerta, con los ojos enfocados en el techo. "No estoy bien, quiero irme".

Eddie apretó la oreja contra la puerta, escuchando a Steve. "Pero acabamos de llegar. Vamos, ya conoces a Jason. Es un puto gilipollas", tranquilizó a Steve. "Abre la puerta", suplicó Eddie con una voz mucho más suave -si la seda tuviera un sonido, así sonaría, al menos eso pensaba Steve.

Steve tragó saliva, secándose las lágrimas con su camisa de manga larga. Se moqueó mientras se levantaba y abría lentamente la puerta. Los ojos de Eddie se encontraron con los de Steve, inyectados en sangre. Steve tenía la nariz rosada y los ojos húmedos.

"Quiero dejar a Hawkins. Todo. Ojalá pudiera... meter a mis personas favoritas en una bolsa y llevármelas lejos", soltó Steve mientras se frotaba frustradamente la cara con las manos. "Odio estar aquí".

Steve se dirigió a la cama y se dejó caer, con la pierna rebotando hacia arriba y hacia abajo mientras trataba de respirar profundamente una vez más. Eddie se quedó allí, sin saber si abrazar a Steve empeoraría las cosas.

"Oye, hombre, después de este año de instituto, puedes irte", dijo Eddie, dándole esperanzas mientras se sentaba junto a Steve en la cama. "Ir a la universidad..." Eddie sintió un nudo en la garganta. "Empieza de nuevo".

El corazón de Steve se detuvo de repente. No quería nada de eso. No quería irse. Lo último que Steve quería hacer era dejar a Dustin atrás de la forma en que sus padres lo dejaron a él. Dustin lo necesitaba... o quizá eso era sólo lo que Steve se decía a sí mismo cuando, en realidad, necesitaba a Dustin.

Steve no quería dejar a Robin mientras pasaba el último año sola. Tampoco es que ella lo necesitara, pero él sí la necesitaba. Entonces Steve se dio cuenta de que nadie le necesitaba en absoluto.

Steve se mordió el interior de la mejilla mientras se concentraba en el suelo de madera y en el sonido de la lluvia que golpeaba el techo de la cabaña, sumido en sus pensamientos. Sacudió la cabeza.

"No quiero empezar de nuevo", suspiró Steve mientras se frotaba los ojos. Simplemente sentía que la vida era demasiado en este momento. "Lo que sea, no quiero hablar de ello", murmuró Steve, haciendo a un lado sus problemas.

Eddie pensó por un momento. Quería consolar a Steve, decirle algo, pero quería respetar la decisión de Steve de no continuar la conversación. Eddie apoyó la mano en la rodilla de Steve y se impulsó para levantarse de la cama.

Steve observó en silencio cómo Eddie buscaba en su mochila, sacando una pequeña radio después de unos segundos. Eddie la levantó y sonrió a Steve, moviendo las cejas. Steve miró al suelo y sonrió. Cielos, no podía mirar a Eddie más de cinco segundos sin ponerse tímido de repente.

Eddie colocó la radio en la mesita de noche, agachándose junto a ella, y pulsando todos los botones. "Vamos a ver..." Eddie murmuró en voz baja, cambiando de canal.

"El siguiente", anunció la voz del desconocido en la radio, "Head Over Heels de Tears for Fears".

Eddie asintió y sonrió, subiendo el volumen. "Ya he escuchado esta, parece tu tipo de música", le dijo Eddie a Steve, levantándose lentamente y tirando de Steve de la cama mientras una melodía empezaba a sonar en la radio.

Steve moqueó cuando finalmente sonrió y miró a Eddie a los ojos. La cabeza de Eddie se inclinó. "¡Vamos, baila, Harrington!" exclamó Eddie, tirando de Steve hacia él y balanceándose horriblemente al ritmo de la melodía mientras sostenía la mano de Steve.

Steve decidió soltarse mientras empezaba a balancearse también. Ya había escuchado esa canción en la radio mientras conducía hacia el trabajo y, sinceramente, le gustaba. Era realmente pegadiza. Sería una mentira si Steve dijera que no había pensado en Eddie mientras escuchaba la canción.

En cuanto empezó la letra, Eddie empezó a cantar, poniendo caras serias que hicieron reír a Steve. "¿Conoces la canción?" preguntó Steve, con su mano aún pegada a la de Eddie.

"¿Cómo no iba a conocerla? Ponen esa mierda en la radio todas las mañanas", contestó Eddie con una burla, continuando con la canción. Eddie arrugó la nariz mientras hacía contacto visual con Steve, balanceándose al ritmo de la música. Eddie tocó la nariz de Steve con la punta de su dedo índice. Eso hizo que el chico más alto se sintiera como si estuviera en el cielo, e incluso le dio la esperanza de que tal vez Eddie le correspondiera.

"Oh, you're wasting my time, you're just, just, just wasting time!" Eddie cantó mientras sacudía los hombros de Steve. Steve se sonrojaba furiosamente, con una gran sonrisa en la cara. Oh, qué feliz le hacía Eddie.

Steve observó con regocijo como Eddie cantaba con el corazón. En su mente, Eddie se lo dedicó a Steve. "Something happens and I'm head over heels! I never find out til I'm head over heels! Something happens and I'm head over heels!"

Eddie acercó a Steve, con una mano en la cintura de Steve y la otra aún sosteniendo su mano. Eddie comenzó a guiarlos en un baile desordenado que a Steve le pareció divertidísimo. "Ah, don't take my heart, don't break my heart, don't, don't, don't throw it away!" Eddie cantaba mientras Steve criticaba el horrible baile.

"¿Estás listo para dar una vuelta?" Preguntó Eddie con una gran sonrisa en la cara. Antes de que Steve pudiera responder, Eddie lo hizo girar y lo soltó, haciendo que Steve aterrizara de lleno en la cama. Eddie se rió de él mientras Steve ponía los ojos en blanco. "Vale, lo siento, princesa", se disculpó suavemente, extendiendo la mano para ayudarle a levantarse.

En lugar de eso, Steve agarró la mano de Eddie y tiró de él encima. "¡Mierda!" exclamó Eddie sorprendido al terminar encima de Steve en la cama. Steve lo miró con ojos lujuriosos y una suave sonrisa. Steve acomodó el cabello de Eddie detrás de su oreja.

Eddie se sostuvo, su cara se calentó mientras sus manos se presionaban contra la cama mientras miraba a Steve. Eddie quería hacer suyo a Steve allí mismo. Steve deslizó sus manos alrededor del cuello de Eddie mientras ambos se miraban fijamente. Con todo el coraje y la valentía que había en él, Steve finalmente confesó. "Me gustas... mucho. Me has gustado todo este tiempo".

El corazón de Eddie latía a mil por hora. Asintió rápidamente, poniendo suavemente una mano en la mejilla de Steve, la frialdad de sus anillos contrastando con la calidez del rostro de Steve. Eddie estalló en una gran sonrisa. "A mí también. Me gustas mucho".

Steve miró al tipo del que se había enamorado durante el último mes, dándose cuenta de que nunca había deseado tanto a alguien. "Bésame", ordenó Steve, ganándose una pequeña risa de Eddie. "Por favor..." Steve suplicó en voz baja.

Eddie se inclinó lentamente y su nariz tocó la de Steve. Steve se sintió como si flotara mientras miraba los ojos de Eddie. Eddie era una droga para él y Steve era adicto. "¿Estás seguro de esto, guapo?" Eddie susurró en los labios de Steve, tan cerca pero tan lejos.

Steve asintió rápidamente, sin palabras que decir. Eddie cerró el espacio, sus labios finalmente chocaron. Aunque Eddie intentaba ser delicado, Steve estaba hambriento de él.

Las manos de Steve se enredaron en el pelo de Eddie, empujándolo hacia el beso. Eddie sonrió, separándose de Steve. Deslizó su mano bajo la camisa de Steve y la colocó en su cintura, los anillos fríos contra la piel de Steve, haciéndole estremecerse un poco. "Tómatelo con calma. No hay prisa, ¿Si?" Eddie le aseguró suavemente, su pulgar rozando la piel del abdomen de Steve.

Steve nunca se había sentido tan vivo en años.

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N/T: diosss, son tan lindos.