🎴Tanjiro traicionado🎴

CAP.14

Cap 14 "Hilo Roto"

Inosuke pudo ver como Tanjiro se inclinaba hacia un costado. Lo agarró de los hombros.

— Cada vez que aprendemos una cosa nueva, volvemos a toparnos con un muro.—La voz de Zenitsu temblaba.—Los fuertes pelean a otro nivel. Y nosotros...Yo no llego a él, Desaparecí  en toda la batalla, y ni siquiera estuve en en las ultimas palabras de Rengoku. —Zenitsu sollozaba.—Algún día llegaremos a ser como él, a llegar a ese nivel...

Inosuke vio a Tanjiro, se desmayó del dolor, sus heridas se veían muy mal. En la mano del Kamado pudo ver un lazo rosado que podía reconocer muy bien, el lazo  de Nezuko. Escuchaba a Zenitsu Sollozar, El cadaver de Kyojuro en frente de ellos...Algo se sentía muy mal dentro de él.

—No seas pusilánime. ¡No pienses en que si podemos ser como él o no! Él dijo que confiaba en nosotros, solo hay que pensar en que no lo haya dicho en vano—Tomó la mano se Tanjiro, la que sostenía el Lazo de Nezuko.—Los seres que mueren vuelven a la tierra. No regresaran, no importa cuanto nos lamentemos ¡Así que deja de llorar!—Lágrimas se fliltraban de la mascara.—Aunque te sientas avergonzado, Tienes que seguir viviendo.

—Tú también estás llorando, tus lágrimas salen hasta de la máscara. —Dijo con ironia.

—¡No estoy llorando!

Los dos lloraban hasta que llegaron los Kakushis. Pusieron a Tanjiro en una camilla, y se lo llevaron a un lugar que Tanjiro si estuviera consiente  se negaría hasta de acercarce.

La finca Mariposa.

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—Tiene 5 costillas rotas, su garganta esta irritada, sus manos tienen quemaduras de segundo y tercer grado y su fiebre no baja—Explicó Aoi, una de las niñas remojaba un trapo y lo puso en la frente de Tanjiro.—Tenemos que Vendarle las manos,  No sabemos cuando despertará, por ahora le pondremos suero y le daremos su tratamiento correspondiente.

Zenitsu asintió. 

—Ustedes también serán tratados.—Explicó.

Zenitsu volvió a asentir.

Aoi se retiró de la habitación.

Zenitsu era el único despiertó de sus amigos. Inosuke estaba acostado descansando, sin su mascara puesta era visible algún que otro leve moreton. Al contrario de Inosuke estaba Zenitsu, él no se encontraba cansado, era más tristeza. El rubio solo veía a la niña llamada Kiyo volver a remojar el trapo en agua y ponerlo en la frente del pelirrojo. Tanjiro fruncía en ceño, pobre chico...

De repente Zenitsu se levantó de la cama.

Se acercó a Kiyo, y le tocó el hombro.

—¿Ah? ¿Zenitsu-san?—La niña lo miró confundida—¿Que sucede?

—Quería preguntar si quieres que busque más agua.—Dijo suevemente.

—No, no, no, Zenitsu-san. Yo iré por más agua. Usted quedese en reposo.—Rechazó.

—Yo lo hago, no tengo problema, tú puedes resbalarte y caer, yo lo haré rápido, lo prometo.

Kiyo lo vio y después a Tanjiro.

—Está bien, Zenitsu-san.—Kiyo le dio la cubeta.

—Volveré rápido.—Zenitsu le dedicó una sonrisa.

Rellenó el balde con agua, Reflejandose en la fuente.

Su cabeza estaba vendada, se pasó la mano por los vendaje, sintió la fibra de la gasa.