C A P I T U L O 15

574 31 5
                                    

Sentí como se me cortaba la respiración al escuchar aquella frase, sobre todo el 'mi amor'. Desde que nos conocíamos él nunca me había dicho 'mi amor' y que proviniese de sus labios era una perfección. Podría escucharlo durante horas al igual que podría sentir sus caricias durante horas.

Me levanté un poco y le miré a los ojos, este me miró sorprendido aunque no dejó de acariciarme, besé sus labios y él me apretó contra él.

-Eres increíble, ¿Sabes que va en serio?

-No más que tú, va en serio.

...

Después de hacer el amor con Cristian, nos pusimos a ver una película en mi habitación.

Estaba acariciando mi tripa desnuda y con solo pensar que estaba detrás de mí, desnudo, me ponía mala.

Me di la vuelta y rodeé mis brazos en su cuello, este acarició con uno de sus brazos mi nariz y luego, la besó.

-Voy a irme ya, es un poco tarde.

-Vale.

-¿Nos vemos dentro de poco?

-Sí, claro.

Su móvil sonó y este bufó.

Se levantó, cogió su pantalón y sacó el móvil, aceptó la llamada y mirando las calles que se veían desde mi ventana respondió.

-Dime. No, no estoy en casa. Claro, dentro de un rato. He dicho que dentro de un rato. Cosas. Cosas personales. Creo que no te interesa. Vale, Bruno. He dicho que vale, que ahora voy. No estoy hablándote borde, simplemente te estoy diciendo que ahora voy. Vale, adiós.

Se dejó caer contra la ventana y luego, comenzó a vestirse. No quería preguntar, parecía enfadado y no quería que pagase el enfado que había producido Bruno, conmigo.

-Me voy.

-¿Cuándo nos veremos?

-Ni puta idea.

Respondió borde, seco y me dolió.

Me senté en la cama y le miré mientras abrochaba su cinturón.

-¿Va todo bien, Cristian?

-¿Sientes que algo va mal, Lisa?

-No sé, pareces enfadado.

-Son cosas del trabajo.

-No quiero que estés mal.

-Son cosas del trabajo, cállate y no te metes en esto ¿vale?

Luego de eso se marchó de mi casa dando un portazo, que seguro se escuchó en todo el bloque.

Me tiré de nuevo en la cama mirando el techo, Cristian a veces me volvía loca.

Podía ser dulce a veces y otras veces odioso. Podía hacerme sentir increíble y pequeña a su lado y otras veces no ser nada para él.

Sí, me volvía completamente loca y desde que apareció en mi vida la había vuelto completamente patas arriba. No sé si fue para bien o para mal, pero mi vida había cambiado cuando le conocí, desde el primer momento que me besó.

Abril.

Jueves.

El buen tiempo se iba notando y me encantaba, ya no tenía que ir con dos kilos de ropa a trabajar, ni tiritaba mientras iba hacia el trabajo.

En el local también se notaba, la gente venía más a menudo ya que paseaban y entraban a mirar discos, comprar o reservar.

Últimamente estábamos muy liados, no parábamos de trabajar y de reponer pero nos sentíamos bien ya que la tienda iba en perfectas condiciones.

Besos prohibidos. {xriz}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora