¿Sabías que Horacio y su familia volvieron a la ciudad? —mencionó su padre en la sobremesa que tenían cada noche—. Le dije que teníamos que ponernos al día, lo invité aquí la semana que viene a cenar.
Cuando escuchó esto Sofi casi se atraganta con el pedazo de "New York" que estaba comiendo. Por supuesto a Anite le hizo mucha gracia la cara que puso su hermana al escuchar eso.
—¿Por qué mi hermana puso esa cara? —preguntó divertida la pequeña jovencita.
—¿Qué cara cariño? —mencionó su madre sin voltear a ver a la pobre Sofía ahogándose—. ¿En serio Ernesto? Qué bien, tengo años sin ver a Julieta, ya era hora de que volvieran, pensé que jamás lo harían.
—Si, es increíble —respondió el gran señor castaño con una sonrisa—. Le dije que haríamos una carne asada. Me pidió permiso para traer a una familia que llegó al mismo tiempo que ellos, son amigos de su vieja ciudad y que son nuevos aquí. Por supuesto acepté, al parecer tienen una hija de la edad de Sofi.
—¡Mamá, Sofi se está poniendo azul! —intervino Anite al ver que su hermana no podía respirar.
—¡Querida, levanta las manos, yo te ayudo! —gritó su madre.
Le practicó la maniobra de Heimlich y así logró sacar aquel pedazo de carne de la garganta de Sofi.
Luego de un rato, cuando retomó el aire para hablar le agradeció a su madre por la ayuda y se retiró a su cuarto. Lista para ir a dormir. Se colocó su pijama, se lavó los dientes, le dio de comer a Calipso y le cepilló el cabello a Anite.
—Sofi, ¿quién es Horacio? —preguntó Anite mientras su hermana trataba de desanudar si castaña melena—. ¿Por qué papá y mamá estaban tan emocionados?
Sofia de los nervios le dio un tirón que hizo quejarse a Anite.
—Lo siento Ani —dijo tratando de calmarse—. Él y su esposa eran amigos de nuestros padres, supongo que eras muy pequeña para recordarlo, pero venían cada fin de semana, tienen un hijo de mi edad, Héctor y yo éramos inseparables...
Cuando se dio cuenta de que había hablado de más, le empezaron a picar las orejas de la vergüenza, se le habían puesto rojas y mejor cambió de tema.
—Como sea, ¿hiciste tu tarea? —preguntó.
—Claro, la revisaste en la tarde Sofi, tu misma la corregiste —respondió—. ¿Se te olvidó?
«Pero ¿qué me pasa?» —dijo para sí—. Por supuesto que lo hice, lo hago todas las tardes. ¿Por qué me pone así? Ni siquiera sé quién es ahora. Pero verlo a los ojos... fue como si de repente me hubieran atravesado con una flecha. Además, tiene novia, me prometí no acercarme. Cuando venga tengo que alejarme de él lo máximo posible»
Al día siguiente sería sábado así que no tendría que preocuparse por eso hasta el lunes, aun así pasó todo el fin de semana planeando cómo iba a evitar a Héctor. Para empeorarlo todo, resultó que, gracias al destino, tanto el muchacho como su "novia" estaban en la misma clase, así que eso le dificultó más el evitarlo.
Por parte de Héctor, él no entendía que estaba pasando con su vieja amiga durante el almuerzo el miércoles se acercó a preguntar qué pasaba con Sofi.
—¿Em Sofi? —se aventuró a acercarse—. ¿Pasa algo malo? ¿Por qué me evitas?
—Yo no te estoy evitando...
—Claro que sí lo haces, ¿por qué?
—Ya te dije que no, déjame almorzar tranquila por favor. —evitó verlo a los ojos.
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Jazz
Fiksi RemajaTambién en inkspired Una noche Sofía soñó con un apuesto muchacho que se le hace muy conocido y con un chico que toca el saxofón al ritmo de Jazz. Por la mañana, en la escuela reconoce al apuesto muchacho como su amigo de la infancia y conoce a qui...