Lazos

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— ¡¿El doctor Andrés te mandó un desayuno completo?!

— ¡Shh, Liz!

— ¡Es que no me lo puedo creer!

— ¡Si, yo tampoco, pero no alces la voz que no quiero que se escuche y que después todo el mundo esté hablando de esto Lizeth! Solamente se debe haber preocupado porque me vio mal dormida, y por preocupado me refiero a que sabe que así no voy a poder trabajar bien.

— ¡Yo no sé, Rosmery querida, yo no sé! —me dijo ella con una sonrisa pícara —Bueno, te voy a dejar tranquila con tu desayuno.

Me agarré un poco la cabeza. ¿Qué se supone que iba a hacer si toda la empresa empezaba a esparcir rumores sobre esto? Aunque evidentemente fue bastante discreto para hacerlo, pero yo qué sé... Aunque la verdad es que me estaba entrando el hambre, y no me pareció muy posible el seguir manteniéndome en pie por mucho tiempo más. Al final, cedí, y empecé a comer pero sin dejar de trabajar.

—Buenos días hermanita, no la vi esta mañana y me preocupé, pero me alegra y me alivia mucho saber que está aquí. ¿Cómo estás? ¿Todo bien?

—Buenos días Fidelito, muchísimas gracias por preocuparte... Sí, estoy bien, ahora estoy bien

— ¿No le ha vuelto a decir nada ese perro desgraciado de Brayan?

—Ay Fidelito, tu sabes que no está nada bien tratar mal a las demás personas ni insultarlas, no digas esas cosas...

—Es que ya le dije hermanita querida, yo no voy a dejar pasar ya ninguna cosa que a usted le haga ese. Ya la hizo llorar bastante y no se lo perdonaré.

—La verdad que soy muy afortunada de tenerte, Fidelito querido... Muchas gracias por siempre estar atento y preocuparte por mi y por Ingrid. No, no me ha vuelto a decir nada grave, así que quédate tranquilo y vuelve a trabajar antes de que te llamen la atención.

—Sí, claro, ahora mismo me voy, no sin antes saludar bien...

Le sonreí y lo vi marchar derechito hacia Lizeth. Y si había algo que era completamente verdad de todo lo que le dije, era que soy muy afortunada de tenerlo; tan dulce como es, tan atento... me preocupa que se fije tanto en Liz, que, aunque la quiera y la aprecie, yo no sé si es muy buen partido para él.

*

Ni siquiera se le ocurrió pasarse por acá en todo lo que va de la mañana. Ya es casi medio día y nada, ni una llamada desde ayer. Entonces lo que me dijo Mateo es cierto, o al menos una gran parte de ello. Voy a tener que cerrar de esto de manera formal o no voy a poder seguir adelante tranquilo. Pero no es lo que me aqueja que me haya "destrozado" o algo parecido, si no el mantener una relación que no me está siendo útil. Aunque mandarle un desayuno a una empleada... por supuesto que es útil, lo necesita para seguir siendo muy productiva como siempre, como alguien que de verdad le da frutos a la empresa; necesita estar sana y salva a todo momento. Si, por supuesto que se trata solo de eso.

Decidí llamarla para ver si ya se encontraba mejor, en forma, cuando detuve la mano justo frente al botón. Sentí que me recorría una extraña sensación por todo el cuerpo, y mi brazo comenzó a debatirse entre tocarlo o no hacerlo. Me dio cierto cosquilleo, cierta inquietud y ansiedad al mismo tiempo, ¿pero por qué? Si esto era algo que hacía prácticamente a diario. No había nada de raro en llamar a Rosmery... ¿A Rosmery? Yo mismo le pedí su nombre hace poco, pero...

—Vamos Andrés, tienes que seguir con lo tuyo.

Toqué el botón, y de inmediato la sensación aumentó. Se intensificó, y nada más pude quedarme viendo.

AU Nuevo Rico Nuevo Pobre: Rosmery x AndrésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora