El hombre del que menos me esperaría algo se había estado preocupando por mi como mi novio nunca lo había hecho, y era verdad que despertaba "algo" en mí, pero no me parecía correcto. No era lo correcto. Si quisiera yo tener una relación con otra persona, primero debía terminar la anterior. Estaba muy mal siquiera tener esos pensamientos ya en pareja, y eso solo reforzaba aún más las palabras de Liz. Aunque con la actitud de Brayan, era un poco difícil no sentir aquella desilusión tan grande, y sentirme más atraída por el buen trato... De solo pensar en eso, el nudo volvió.
El camino a casa nunca se había sentido tan largo y tan corto a la vez; era una sensación que ni yo misma me podía explicar. Y allí estaba la puerta, y la sociedad, y todo lo relacionado con Brayan y mi familia. Me detuve a tan solo unos pasos de allí. Bajé la mirada y apreté mis cosas. Tomé aire, y lo solté con fuerza, para volver a ponerme en marcha. Otra vez iría mal dormida al trabajo, pero espero valga la pena, y Diosito quiera que sea la definitiva.
Entré, miré para todos lados, seguí con mi camino de siempre, dejé mis cosas, saludé a mis hermanitos y a los demás; nada de Brayan. No pregunté por él tampoco, no quería hacerlo, y nadie me dijo nada al respecto. Evidentemente, esa noche no sería, y aunque suspiré con pesadez al sentarme, no pude evitar sentir también un peso que ya me incomodaba. Busqué desatenderme de todo el tema por ahora.
*
Cuando por fin estuve por irme a la cama, Ingrid decidió hablar.
—Hermanita... ¿puedo hacerte una pregunta?
— ¿Si, Ingrid, qué pasa?
— ¿Si una amiga tuya te hiciera enojar, qué te gustaría que te regalara para compensar el enojo?
— ¿Si una amiga me hiciera enojar? Y la verdad que no hay mejor regalo para el enojo que una disculpa sincera, Ingridsita. Yo no le pediría nada material, porque eso no sirve para sincerarse con algo, sería muy interesado de mi parte aceptarle solo por eso.
—Ah... bueno... ¿entonces, qué más?
— ¿Qué más? Pues... no lo sé, ¿por qué? ¿Te peleaste con una amiga tuya?
—Eh, si, si, y bueno, la verdad que ya no sé qué hacer para reconciliarme, es como si ya no la conociera...
—Ay Ingridsita querida... es que lo mejor que puedes hacer es ser totalmente honesta con ella, y demostrarle que no vas a volver a hacer eso que la hizo enojar... Si quieres, me puedes contar un poco más, a ver con qué te puedo ayudar a solucionar tu problema.
—Bueno... digamos que sin querer me metí con alguien que... quiere mucho y entonces se enojó, pero no fue intencional y me gustaría que lo supiera...
—Y... bueno, Ingrid, lo único que se puede hacer en ese caso es lo que ya te he dicho. Ser sincero, autentico, decir el perdón de todo corazón y actuar de tal manera, honesta, que sepa que no lo vas a volver a hacer y que no fue verdaderamente tu intención...
—Claro... entiendo, muchísimas gracias, hermanita...
—De nada... sabes que siempre voy a estar para ayudarte...
Al final le fui a dar un corto abrazo y me volví a la cama. Esperaba que con eso pudiese ayudarla lo suficiente porque, aunque quisiera, tengo tanto de lo que preocuparme ahora... no me gustaría saber que ella también lo está pasando mal. No me lo podría permitir.
*
— ¿Y bien Ingridsita querida de mi alma? ¿Conseguiste algo?
La mañana brillaba, y Brayan me hablaba. De no ser por lo que le tenía que decir, diría que había sido la manera perfecta de empezar el día.
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AU Nuevo Rico Nuevo Pobre: Rosmery x Andrés
RomanceAndrés Ferreira y Brayan Galindo nunca se enteran de que pertenecen a familias diferentes. Ambos mantienen sus vidas economico-sociales tal y como ya eran. Pero Rosmery descubre bien la verdadera cara de Brayan frente a las mujeres y se desmorona, m...