¿Resolución?

51 3 2
                                    

Vi al Doctor Andrés salir hacia el despacho del señor Mateo y no supe si estremecerme o alegrarme. Más allá de eso, la vergüenza se me subió hasta la cabeza, y me arrepentí de siquiera haber participado en esto. ¿Y qué si ahora había puesto en peligro mi propio trabajo? ¿Y qué si Mateo Lopez Ferreria, una de las personas con más poder en esta empresa, se las arreglaba para hacerme echar a la calle? ¿O si se enteraba Fernanda Sanmiguel (y segurísimo que lo iba a hacer), y se hacía con su influencia en los medios y las revistas para difamarme? No me quería ni enterar de nada ya... A lo mejor habría sido lo correcto ni meterme... Al fin y al cabo, vale más la pena seguir consiguiendo el dinero y la comida que necesitamos, a que andar de chismosa por "querer ayudar" a alguien con una infidelidad...

"Pero bueno." pensé "Si no sigo con los documentos, solo voy a parecer aún más sospechosa."

Decidida a seguir con mis deberes, bajé la mirada y me desconcentré por completo del asunto (o eso quise hacer), cuando escuché unos muy conocidos tacones acercándose hasta mí. Esperé por un momento haberme equivocado, pero era imposible. Al mismo tiempo, alguien más vino por el otro lado.

— ¡Rosmery, Rosmery! —exclamó Lizeth, intentando no gritar —No me va a creer: acabo de pasar al lado de la oficina del Doctor López Ferreira y escuché que había un escandalito adentro, así como que levantaban las voces, y creí escucharlo al Doctor Andrés Ferreira también ahí. Entonces me quedé un poquitito a parar la oreja y se me hizo escuchar que discutían porque la novia del Doctor Andrés lo engaña con el Doctor López Ferreira. ¡Se armó muy grande, Rosmery! ¿Se da cuenta de lo sabroso que está ese chismecito?

Sabía que Lizeth se iba ir a querer meter si se enteraba de algo, pero no esperaba que fuera a pasar tan pronto... Tenía que fingir que no sabía nada al respecto, o sino, ella sería capaz de abrir un poco la boca de más y hacerme descubrir... La miré con "sorpresa", "indignada".

— ¿En serio? Ay por Dios, Liz, no te metas con esas cosas, puede ser peligroso para tu trabajo, no sabes cómo pueden reaccionar los jefes si se enteran que andas chismeando por ahí asuntos suyos...

— ¡Ay, pero Rosmery querida! ¡Es que esto es algo que no se ve ni se escucha todos los días! ¡No lo podemos desaprovechar así! Por lo menos lo podemos conversar por un buen rato, o unos días, quien sabe, depende cuanto se extienda.

—Eh... Hola, señorita Lizeth, hermanita. —dijo Fidel de pronto, que era el otro que había llegado.

Se me detuvo el corazón por un segundo: más gente se estaba enterando, porque seguro y nos había escuchado hablar recién. ¡No se supone que más gente se entere de esto! Lo tengo que convencer después de no decir nada; lo mejor va a ser que le cuente la verdad. Total, sé que puedo confiar mucho en él.

— ¡Hola, gordito! —dijo Liz, como olvidándose del asunto por ahora.

—Está bien radiante como siempre, señorita Lizeth...

— ¡Ay, gracias! Siempre tan dulce usted.

Fidel asintió mientras sonreía, perdido en los ojos de Liz, hasta que por fin meneó la cabeza y me miró a mí.

—Namas la venía ver a mi hermanita para ver si estaba bien.

— ¿Para ver si estaba bien? ¿Qué ha pasado, Rosmery?

Suspiré. Supongo que ahora no me voy a poder escapar de decirle, porque una vez se le mete algo a la cabeza a Lizeth, no se le sale...

—Ay, Liz... —dije, después de unos segundos, bajando la mirada —Al final pasó lo que usted misma me dijo que podía pasar...

— ¿Qué cosa?

AU Nuevo Rico Nuevo Pobre: Rosmery x AndrésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora