SKAM (l.s)

Capítulo 1

La casa de Miley estaba atiborrada de adolescentes ebrios o drogados. Una típica fiesta de preparatoria. Calientes adolescentes frotándose unos con otros, besándose en los sillones, casi jodiendo en los rincones. Sí, lo normal.

Luego estaba Louis. Louis con sus mejores amigos fumando hierba de una pipa casera hecha con una botella de plástico en el baño.

–Sí, esta mierda es buena –el castañito soltó el humo que mantenía retenido, mientras trataba de no incomodarse con la plática de sus amigos. No es que fuese gay ni nada por el estilo, pero no era lo suyo hablar de chicas. –Ella no es "follable".

–Emilie es follable, idiota –contestó Liam.

–¿Qué pasa con ustedes chicos, teniendo tan bajos estándares?¨–respondió medio drogado el ojiazul.

–Tú hablas de estándares, cuando deberías ser menos exigente, considerando lo feo que eres –contribuyó su querido y nada malo mejor amigo, Zayn.

Los amigos del castaño no podían entender cómo no existía una sola chica que este considerara sexy. Siempre que alguna coqueteaba con él, este las dejaba de lado. ¿Qué estaba mal con su amigo?

El petiso estaba cansado de que su falta de interés siempre fuera el jodido tema de conversación. Se hartó.

–¡Hay una chica! Cabello oscuro corto, no se su nombre aún. Pero la he visto, y ella es caliente. Sip.

–La he visto. ¿La que luce como Natalie Portman, cierto? –respondió Liam.

–Exacto, exacto. Ella es mi chica.

–¡No! Ella es tú... No creo que tengas oportunidad. No en esta vida, no en la próxima.

Los cuatro chicos empezaron a discutir las posibilidades de Louis de poder conquistar a la morocha, o eso hasta que Niall se ahogó con el humo de la pipa y todos soltaron una estruendosa carcajada.

Empezaron a pasarse la pequeña bolsita donde estaba guardada la hierba, hasta que Louis se enfadó.

–Yo me lo llevo entonces. Jesucristo –dispuesto a guardarlo, hasta que Liam se la arrebató. Discúlpenlo pero son 100 euros de hierbabuena, que el más fuerte no está dispuesto a perder. Zayn y Niall tuvieron que convencerlo de que Louis era el mejor para guardarla, era el más astuto de todos.

–¿Qué habrían hecho sin mí, chicos? –se ríe el ojiazul.

Como si los cuatro nerds sentados dentro de la bañera hubiesen hecho algo bueno en su vida pasada, una hermosa chica llegó bajándose sus bragas lista para orinar. Y como si Louis no pudiese tener mejor suerte, detrás de ella entró la morocha pelicorta.

–Esto es jodidamente aburrido –mencionó la chica mientras buscaba en los cajones alguna pastilla para volar un rato.

–Hola –dijo Louis, siendo horriblemente ignorado por la mujer. Sus amigos soltaron una risa por el fracaso del más pequeño.

La chica logró encontrar una cajita de pastillas para divertirse un rato, y Louis estaba un poco asombrado a decir verdad. La chica era linda, se veía divertida, quizás un poco de diversión le haría bien.

–¿Sabes a quién te pareces? –preguntó, esperando esta vez sí ser escuchado.

–¿A quién?

–Al pequeño niño de Stranger Things –los amigos de chicos empezaron a reír a lo dicho por el castaño. Emma estaba molesta. –Tú sabes. El niño pequeño que en realidad es una niña. Eleven.

–Eso es tan grosero.

–¡No! Ella es linda. Si te gustan los niños de 13 años –se burló otra vez.