HEATHER JOHNSON
Me quedé helada tras las palabras de mi hermana, que a pesar de decir algo que ya sabía, que lo confirmara lo hacía mucho más real.
-¿Por qué no me lo habías dicho? -pregunto con cautela.
-Mamá me pidió que lo descubrieras por tu cuenta.
Reí sin gracia. Por supuesto que ella tenía algo que ver en todo esto, Louise y yo nos contábamos todo.
-¿Pero cómo nuestros padres se dieron cuenta de que teníamos estos... poderes? -preguntó Chase enfrente mío, como si todavía le fuera difícil asimilarlo.
-No tengo manera de saber eso -se encogió de hombros.
-¿Y qué hay de la máquina que nos dice nuestras secciones? ¿Cómo es posible que nos digan nuestros poderes a través de nuestras huellas digitales?
Louise hizo una mueca. Al frente suyo, Jacob, miraba por la ventana con el ceño fruncido, cómo si aún estuviese procesandolo.
-Bueno... Lo de las secciones lo inventaron para ocultarle la verdad a los nuevos alumnos. En cuanto los padres ven indicios de que sus hijos tienen poderes, hay ciertas características que les indican qué poder tienen, y eso es lo que le dicen a la directora Presley.
Alzo las cejas, estupefacta.
-¿Eso quiere decir que esto de las secciones es un invento nada más?
Asiente.
-¿Y cómo hacen que todos los alumnos guarden el secreto y no se lo digan a los nuevos? -cuestiono- ¿Por qué no les cuentan la verdad a los nuevos internos desde que ingresan al internado? ¡Es que nada tiene sentido!
-Es todo lo que sé, Heather -me corta-. No sé cómo hacen para que todos guarden el secreto, yo sólo lo hago porque mamá me lo ha pedido.
-Ella no tendría por qué controlar eso, es mi decisión si quiero saber la verdad o no.
-Ella busca lo mejor para...
-No termines esa oración -interrumpo, porque no quiero que esta conversación se desvíe a mis padres teniendo más gente presente.
Jacob se aclaró la voz, llamando la atención de todos.
-¿Hay algo más que debamos saber? Lo de los collares, por ejemplo.
-Los collares controlan nuestros poderes -se encoge de hombros-. Mientras lo tengas puesto, no podrás hacer nada fuera de lo normal.
-Por eso es que cuando Emily se puso el collar las llamas desaparecieron -murmuró distraídamente.
Me muerdo mi labio inferior cuando me viene a la cabeza una pregunta que desde hace semanas viene atormentando mi cabeza.
-Mis ojos... ¿Mis ojos sólo se ponen rojos cuando me enojo, verdad?
Su silencio prolongado hizo que temiera por su respuesta.
-Depende de la persona. En algunos, sólo se tornan rojos cuando hay un punto de enojo máximo, otros, cambian de color cuando alcanzan una emoción demasiado fuerte, ya sea felicidad, desagrado, tristeza, y demás.
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Los misterios de Queen's | AngelaAMS
Ciencia FicciónEl internado de Queen's no era un internado cualquiera. O por lo menos no era como lo pintaban en los libros. No era para adolescentes rebeldes o marginados. Era para controlar sus otros... sentidos. Heather Johnson siempre ha sido muy curiosa, y el...