Deseo I Jujutsu Kaisen One Shots

🔺Maki Zenin🔻

⚠️Advertencia de Yuri (chica x chica). Por cierto, no estoy asumiendo la orientación sexual de nadie, simplemente lo hago por puro entretenimiento⚠️

𝕆𝕣𝕚𝕘𝕒𝕞𝕚

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Una vez durante mi infancia estaba jugando con varios niños y niñas, que vivían en la misma zona que yo, en los enormes cerezos que adornaban el vecindario. Subíamos por ellos hasta llegar a la cima y competíamos por ver quién bajaba más rápido.

En una ocasión en la que era mi turno de bajar del árbol y por la adrenalina y ganas de ganar, pisé una rama que no debía y mis manos llenas de sudor jugaron en mi contra, por lo que resbalé y mi estómago pegó contra una rama sofocándome, dejándome sin aliento por varios segundos y haciéndome sentir un fuerte dolor.

Ese dolor es el mismo que estoy sintiendo en este momento, solo que en esta ocasión la rama es una larga vara roja que usamos durante los entrenamientos y en lugar del árbol que la sostenía, Maki Zenin es quien lo hace en este momento.

—Demasiado lenta, T/N —me dice llevando la larga vara tras su espalda—. Debes mejorar tu agilidad.

—Podrías ser menos agresiva con una aprendiz como yo —gimo de dolor sujetando mi estómago en el suelo.

—¿Aprendiz? —ríe mi hermana, Mori tras de mí—. Si llevas desde los catorce entrenando conmigo.

—Sí, pero no ha sido el mejor entrenamiento —doy justo en su ego.

Mori se cree una fascinante peleadora cuando se trata de pelear cuerpo a cuerpo, pero cuando entrena junto a Maki parece una mocosa inexperta y yo un venado recién nacido que apenas da sus primeros pasos.

Pocas veces entreno junto con ellas, una razón es porque mi madre me dice que no estoy a su nivel y solo estorbaría y la otra es porque en lugar de entrenar me distraigo viendo a Maki y eso le hace más fácil golpearme.

No recuerdo, pero creo que estoy enamorada de ella desde la primera vez que mi hermana la invitó a la casa, precisamente para lo mismo que hacemos ahorita, entrenar. Su agilidad para moverse, su increíble fuerza e inteligencia al momento de luchar me fascinaron, además de que tenía una bonita sonrisa a mi parecer.

Al principio creí que era admiración más que nada. Me negaba a que me gustaran las mujeres pues siempre me metieron a la cabeza la idea de hombre con mujer y que no podía existir nada más. Hasta que comencé a sonrojarme y a sentir cosquilleos en el estómago cada que mi hermana avisaba que vendría y aunque me lo prohibieran para no interrumpir, siempre lograba escabullirme y observarlas entrenar, a Maki más que a mi hermana. Si tenía suerte podía entablar una conversación con ella durante sus descansos o cuando se quedaba a comer.

Fue así que cuando mi hermana me dio la propuesta de entrenar junto a ellas dos el día de hoy, no me negué y respondí tan velozmente que todavía no terminaba de formular la pregunta. Lo que más emoción me causó es que Maki fue la que dio la propuesta.

—Vamos, T/N —Maki tiende una mano para ayudar a levantarme—. Practiquemos una vez más hasta que logres esquivar tres veces seguidas mis golpes.

Acepto su mano y ambas hacemos fuerza con nuestros brazos para que pueda levantarme del sucio suelo del patio.

—Si sigo, me vas a dejar en el hospital y tú serás la que me haga compañía —amenazo pero mi amenaza tiene doble sentido, que espero que Maki haya entendido.

—No te preocupes, contendré más mi fuerza esta vez. —No, creo que no lo entendió.

—Está bien. Sé que puedo hacerlo.