Two Jeon's And One Kim.

Capítulo 5°

Pov's Taehyung;

Ya era domingo por la noche y finalmente recibí una llamada, el tan esperado aviso de mi padrastro diciéndome que mañana por fin conocería a mis hermanastros luego de las clases. Me siento emocionado por conocerlos, quizás nos llevemos bien como tanto alardea mi "padre"

- Supongo que ya es hora de dormir. - Dije viendo por última vez la hora en mi celular antes de acomodarme y dormir.

...

Lunes por la mañana, otra vez.
Me desperté, desayuné, preparé mis cosas mientras me vestía y pensaba '¿Qué será que sucederá hoy en la uni?'
Y sin más que hacer, cerré la puerta de mi apartamento y tomé el primer bus camino a la universidad.

Pov's Jungkook;

Estaba ansioso por volver a ver a Taehyungie, realmente no pude dejar de pensar en él estos dos días.

Jeongguk también se sentía igual por volver a verlo, ése chico tiene algo.

- ¡Hey! - Exclamé apenas ví la pequeña figura de Taehyung ingresando por las escaleras.

Jungguk, atento, giró rápidamente al oír que lo llamé. Obviamente para ir a saludar a Taehyungie.

Pov's Taehyung;

Subía las escaleras de la entrada y me exaltó ver a los Jeon frente a mí nuevamente, ésta vez no me sentía incómodo ni intimidado, era una sensación extraña de comodidad y confianza.

- Buenos días... - Saludé con voz baja al verlos.

- Buenos días Taehyungie. - Exclamó el rubio con emoción.

- ¿Amaneciste bien, pequeño? - Preguntó Jungkook algo curioso.

- Sí.. Amanecí bastante bien. ¿Y ustedes? - Dije sonriendo.

- Nosotros bien. - Respondieron los gemelos acompañando con una leve risa.

...

Tocó el timbre de receso y me apresuré camino al comedor, claramente hoy podría comer tranquilo.

- Mmh... ¡Ésto está delicioso! -
Solté tragando el primer bocado del almuerzo.

- Sí, lo está - Asintió Jungkook mientras Jungguk solo reía.

Finalmente acabó el receso.
Caminando de nuevo al salón, podía sentir a los gemelos justo detrás de mí, igual a esa vez...

Comencé a caminar a paso lento para ver si continuaban delante de mí o seguirían mis pasos, noté que el resto de los alumnos nos pasaron y quedamos solos los tres en aquél largo y silencioso pasillo.

- Taehyungie... - Escuché un susurro ya conocido justo a mi lado.

En un movimiento rápido, me di la vuelta para toparme con aquellos dos chicos que claramente me venían siguiendo.

- ¿Q-Qué necesitan? - Pregunté con timidez, seguían viéndose... ¿dominantes quizás? No tengo idea, pero se veían diferentes ahora.

- Te necesitamos a tí. - Soltó Jungkook, y en un segundo toma mi muñeca, Jungguk hizo lo mismo tomando mi otra muñeca.

Me llevaron con apuro a los vestidores más cercanos y Jungguk cerró la puerta y la aseguró.

- Jungkook... - Gemí bajo al sentir cómo este estampaba besos húmedos en mi cuello, nuevamente desabotonando mi camisa.

En un abrir y cerrar de ojos, tenía a Jungkook abrazando mi cuerpo entero con desesperación y besando cada parte de mi abdomen, y a Jungguk detrás de mí abrazando de igual manera y besando toda mi espalda.

- M-Mierda. - Exclamé nuevamente, sintiéndome totalmente propiedad de estos dos mientras besaban apresuradamente mi cuerpo, mordiendo en alguna que otra parte.

El ambiente estaba tan caliente que no nos dió tiempo de oír que tocaban la puerta de los vestidores.

A la segunda tocada, los gemelos atentos hablaron en voz baja.

- Taehyungie, guarda silencio. - Dijo Jungkook mientras advertía de lo mismo a Jungguk.

- ¿Quién es? - Pregunta éste con tranquilidad.

- ¿Jeon Jungkook? ¿Estás bien? Se me hizo haber oído unos ruidos extraños. ¿Podrías abrir...? - Soltó un profesor con curiosidad.

- Ohh, disculpe profesor, me estoy cambiando aún. - Dijo Jungkook mientras movía algunos zapatos.

- Está bien, está bien, lo siento por interrumpirte. Vístete tranquilo. -
Exclamó el profesor, y en cuestión de segundos se oían pasos alejarse de la entrada de los vestidores.

- Mierda, estuvo tan cerca - Dijo Jungguk mientras volvía a abrochar mi camisa y la suya.

- No podemos arriesgarnos, esto quedará pendiente, pequeño. -
Dice Jungkook quitando el seguro de la puerta, dándome paso primero.

- Está bien, lo entiendo... - Solté con calma, volviendo a regular mi respiración y saliendo del vestuario.

Antes de salir, sentí unos últimos besos en la nuca, haciéndome saber que esto definitivamente no quedaría así.

...

Sonó el último timbre del día, anunciando la salida.
Me despedí amistosamente de los gemelos una vez más y volví a mi apartamento, esperando el aviso de mi padrastro para ir a su casa a cenar.