𝘋𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝑓𝑡. 𝘿𝙖𝙧𝙮𝙡 𝘿𝙞𝙭𝙤𝙣

𝘊• 1

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘜𝘯𝘰.

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𝑆𝑒𝑐𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜.

— Bien, este es el nuevo mundo, así funcionan las cosas ahora, ustedes obtienen algo, me lo dan, ahora trabajan para mi —Explico el hombre del bate, quien se había presentado frente al grupo como Negan.

Abraham estaba muerto, Glenn estaba muerto, Daryl estaba herido con una bala, y Maggie a punto de perder a su bebé, Rick y los demás estaban desvastados, tristes, asustados, y enojados, todo un enrollo de emociones negativas desde que los hicieron ponerse de rodillas hace algunas horas.
Estaba a punto de amanecer, y Negan planeaba llevarse al ballestero y tomarlo como suyo.

— Me llevare a Daryl, el me gusta, tiene agallas, no es un maricon como alguien que conozco —Se burlo, Negan estaba agachado frente al líder, quien había estado llorando desde la muerte del asiático.

La pelinegra al escucharlo salto.

—Por favor, no te lo lleves a el, llévame a mi, haré lo que me pidas, te lo suplico —Bler sin miedo alguno se deslizo hasta el hombre de bate, quien se había puesto de pie y sonreía.

Daryl algo moribundo intento detenerla, pero apenas podía hablar o moverse, solo podía dejar que las lagrimas y el miedo lo consumieran.

— No, Bler ¿que haces? —Murmuró su hermano quien estaba detrás de ella, intentando detenerla.

— No, déjala, quiero escuchar que tiene para ofrecer —Negan detuvo a Rick, apuntándole con su bate para que no diga nada.

— Hare lo que me pidas, porfavor, dejame ser yo, no él —Insistió la ojiceleste mientras lloraba.

El se agacho, y con cuidado retiro un mechón de su largo cabello negro, dejandolo detrás de su oreja mientras sonreía con alegría.

Carl, su sobrino, lloraba como nunca, Bler se había vuelto como su madre después de la muerte de ésta, siempre lo había cuidado y hacían todo tipo de actividades juntos. No quería perderla también, no a ella.
Pero sabía que no podía hacer nada, un movimiento que pueda molestar al hombre, y no solo ella moriria, si no todos ahí. Eran más de cincuenta hombres, con armas y grandes autos. Todos atentos a cada movimiento mínimo que realicen.

— Bien, tu vendras conmigo, cariño —Murmuró el mirándola fijamente— ¡Simon! — uno de sus hombres  se acercó y tomó a la chica por debajo de sus brazos para meterla dentro de una camioneta sin ningún tipo de delicadeza.

Rick, Daryl y Carl, habían perdido a alguien más importante esa noche, porque estaban más que seguros que, aunque Negan no se tome la molestia de matarla, jamás volverían a verla.

Dixon ya no sentía el dolor de la bala en su hombro pues el que sentía en el pecho anulaba cada uno de sus sentidos.

— Ahora ella es mia —Apenas logro escuchar lo que el hombre del bate le decía a Rick.

Como pudo corrio hacia el y estampó su puño contra la mandíbula de Negan. Todos miraron asustados, estaba claro que cuando el líder se enojaba, alguien más del grupo caería muerto, tal vez el mismo Daryl o alguien más.

Pero el hombre solamente volvió a su postura sobando su mejilla y le indicó a dos de sus hombres que alejaran a Daryl del medio del círculo, devolviendolo a su lugar.

— El me cae bien, no voy a matarlo —soltó riéndose.

[...]

Luego de un par de horas mas de tortura, miedo, tensión y enojo. El grupo de los salvadores partió hacia su santuario, con normalidad como si aquello que acababan de hacer era lo diario.