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La tarde del sábado el grupo de sus amigos explotaba en mensajes organizando cómo sería la noche. El dueño de la casa era Christopher, como siempre, los padres de su compañero viajaban con regularidad a Australia y la casa le quedaba solo para él por varios días. La única condición era llegar con una botella a la casa como si esa fuera la entrada de invitación. Seokjin, Yoongi y Hoseok eran quienes ya tenían dieciocho, por lo tanto, siempre eran ellos los que se encargaban de las bebidas. El segundo punto a ocuparse era cómo llegar y cómo volver, la casa estaba en la zona alta de la ciudad, cerca de Jimin, pero quedarse en la casa del rubio a la vuelta de la fiesta no era una opción. La otra opción y la elegida casi siempre era la de Tae, pero esta vez no podía así que Namjoon había sido elegido en contra de su voluntad. Por supuesto, la casa de Jungkook era la mejor siempre, el menor vivía prácticamente solo, pero estaba demasiado lejos y no podían arriesgarse a conducir tanto en las condiciones en las que terminarían luego de la fiesta. Tampoco es que bebieran tanto, pero siempre podían tener mala suerte.

Por otro lado, Jin, Hobi y Yoongi los pasarían a buscar a su casa para irse de allí todos juntos ya que vivían todos cerca. Jin era el único que tenía auto, un auto donde cabían cinco personas en sus respectivos lugares, pero ellos lograban entrar los siete sin problema. Jimin había llegado a las seis, demasiado temprano para la hora en que saldrían, pero como había dicho ayer, le había mentido a sus padres diciéndole que tenían un trabajo para hacer y que se quedaría a dormir allí con otros amigos. Como Namjoon o Seokjin, los padres de Jimin cedían si sabían que alguno de ellos estaría en el plan. Así que allí estaba cuando faltaba una hora y media para irse, duchándose en el baño de su cuarto, habiendo dejado la mochila de ropa que había traído consigo tirada en el suelo junto a su armario.

No había sido una ardua tarea convencer al rubio de ir, Jungkook no tuvo que hacer absolutamente nada, los chicos habían insistido y su emoción al final se le había contagiado. Ellos no eran precisamente un grupo de salir de fiesta, quizás lor eran más Hoseok o Taehyung, pero el resto no lo era realmente. Disfrutaban simplemente el ambiente y reírse un rato.

El celular flip de Jimin descansaba a su costado en la mesa, la pantalla se iluminó suavemente con la llegada de un mensaje, se incorporó en su codo para observarlo. "Envíame una foto de cómo irás hoy bebé". Su respiración se cortó leyendo ese mensaje en la pequeña pantalla. Volvió a recostarse lentamente y su mirada se perdió en su techo. No quiso pensar en nada, pero el nombre de Min oppa revoloteaba en su mente frenéticamente.

El rubio salió del baño a los pocos minutos secando su cabello con la toalla, vistiendo una camiseta simple y un chándal, lo primero que hizo fue tomar el celular. Jungkook se incorporó de la cama dejando su teléfono a un lado y fue su turno de ducharse. Al salir quince minutos después, entre el vapor de agua que invadió su cuarto pudo vislumbrar a Jimin evaluarse frente al espejo de cuerpo completo en su pared. Jungkook disimuló su mirada entre tanto se frotaba el cabello con la toalla, ¿cómo era posible que con un atuendo completamente negro podía alguien verse tan bien? Camiseta y pantalones de jean negros, sus botas de cuero con un ligero tacón pues le gustaba verse más alto y estilizado. Al pie de su cama vio una chaqueta brillante de lentejuelas negras y dorado oscuro, además de la boina negra que muchas veces usaba. Sin haberlo visto vestido sabía que se vería absolutamente adorable e increíble. Y él podría verlo y disfrutar de eso en primera persona, no como la aquel a quien le enviaría una foto. Se preguntó si la habría hecho mientras él se duchaba.

Se sentó en su cama dejando caer su toalla. Jimin acabó de arreglar su cabello para mirarlo.

- ¿Qué te pondrás? - le pregunta yendo a tomar su boina y colocándosela.

- Mm. - gesticula frunciendo los labios, observando su armario. - No lo sé. - suspira.

Su outfit vino a su mente en cuestión de segundos y se puso a rebuscarlo, la verdad era que lo había pensado el día anterior porque no quería hoy perder tiempo en eso. Tampoco era la gran cosa, una camiseta negra holgada, unos pantalones negro estilo cargo y sus botas de siempre, quizás le agregaría un chaleco de grandes bolsillos como un simple accesorio. Y así fue, ambos listos se miraron al espejo riéndose del marcado contraste entre ambos y sus estilos. Jimin decidió sacar una foto, recargando la parte alta de su espalda en el pecho de Jungkook que se encontraba detrás. El moreno guardó las manos en los bolsillos y miró al celular cuando Jimin lo alzó hasta el nivel de su rostro para tomarle foto a su reflejo en el espejo. Era una buena foto.

Deer eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora