Al terminar mi turno que quito el delantal, el respectivo gorro de cocina que debo usar y me peino un poco antes de salir a encontrarme con Chaze, y con peinarme me refiero a pasar mis dedos rápidamente por mi complicado cabello y listo. Cierro el establecimiento y me dirijo a la puerta principal del centro comercial donde Chaze me espera recostado tranquilamente de espaldas a mi, así que aprovecho para darle un pequeño susto por la espalda; pero cuando estoy a punto de llegar a asustarlo se voltea rápidamente y me toma con ambas manos por lo hombros.
- ¿En serio crees que no escuché tus pisadas? - Dice entre divertido y arrogante.
- Según yo iba a darte el susto de tu vida, pero ya que. ¿Me dirás a dónde vamos? - El solo rodea con uno de sus brazos mis hombros para pasar a abrazarme.
- Vamos al auto- Dice y comienza a guiarnos en dirección al estacionamiento.
Llegamos al área de estacionamiento para los empleados que se encuentra en la parte más remota y oscura del sitio para encontrarme con un lindo auto de color plateado con la pintura un poco averiada pero en buenas condiciones. Chaze abre la puerta para mí y me subo rápidamente porque estos lugares oscuros y encerrados no son mis favoritos; El cierra la puerta y noto que no sube al asiento del piloto si no que se dirige a otro lado, entre la falta de luz y los vidrios ahumados no puedo ver a dónde va y me comienzo a poner muy nerviosa, repiqueteo los dedos en mi pierna siendo incapaz de quedarme quieta por el miedo que empieza a crecer en mi en el momento. Desde pequeña cuando iba a los estacionamientos con papá tenía este temor y comenzaba a imaginar escenas como que un payaso malvado aparecía de la nada con un hacha para perseguimos, sí, era bastante paranoica y a pesar de mi edad actual aún lo sigo siendo.
Doy un brinco involuntario cuando Chaze cierra la puerta de su lado, me voltea a ver y se da cuenta de mi expresión de miedo -¿Max sucede algo? Estás sudando cariño- Dice acercándose a mi para verme de cerca.
- Estoy bien pero vámonos, le tengo pavor a los estacionamientos - El me da su mano y la aprieto un poco más de los que me gustaría admitir.
¿Un poco? Max su mano está roja, suelta al pobre chico gallina.
-Lo siento mucho, no lo sabía yo solo olvide algo y fui por ello, no te hubiera dejado sola de haberlo sabi-
- Tranqui, no es tu culpa- lo interrumpo - no lo sabías pero ahora solo vámonos para poder calmarme si?.
El solo asiente y arranca rápidamente el auto, cuando salimos abro la ventana para que me dé el aire fresco y logro calmarme, unos minutos después decido preguntar a dónde nos dirigimos pero el se niega a responder dejándome solo con un: Lo sabrás cuando lleguemos.
Conduce por la vía principal de la ciudad alejándose un poco del centro donde vivimos, unos cinco minutos de camino más tarde se estaciona fuera de lo que parece ser ¿Un parque? La verdad no tengo idea pero me bajo del auto en el momento en el que el lo hace.
- Oye yo iba a abrir la puerta para tí.
- bueno eres muy caballero y toda la cosa pero puedo abrirla sola, no necesito que hagan las cosas por mí.
- Lo que digas señorita independiente- Se acerca a mi tomándome de la muñeca, observo su agarre y luego llevo mi atención a su rostro, el me mira con una expresión de calma que me hace sentir muy bien y entonces comenzamos a caminar hacia adentro del lugar en el que estamos.
- Bienvenida a mi lugar feliz Chica Green day - Dice soltando mi muñeca y mirando con alegría a todos lados, observó y noto que estamos en un enorme ¿Edificio? Si, vamos a llamarlo así. Tiene varias puertas que dirigen a no se dónde, y en el centro está el hermoso jardín donde estamos parados, no tiene techo y se pueden ver las estrellas que ya comienzan a aparecer debido a la hora.
- Wow yo, Wow- es lo único que puedo pronunciar.
- Lindo no?
- ¿Lindo? Este lugar es hermoso pero ¿Dónde estamos?- El se sienta sobre el césped y yo hago lo mismo sentándome a su lado.
- Solía ser un centro deportivo, había de todo desde Fútbol y natación hasta danza y gimnasia, pero cerró hace algunos años y bueno, me gusta venir a apreciar esta vista de la que jamás creo que podré cansarme. - Dice todo eso con la mirada perdida en el cielo y algo me dice que este sitio es importante para el pero prefiero no mencionar nada.
- ¿Porqué me trajiste aquí?- el me mira con una expresión que no logro leer durante unos segundos antes de responderme.
- Porque aunque tengamos poco tiempo de conocernos me siento seguro contigo y siempre vengo aquí solo así que, pensé que sería lindo que viniera contigo a escuchar música y ver la estrellas.
Lo observo en silencio con una sensación extraña dentro de mi, el sigue mirandome, luego voltea al cielo y vuelve a hablar:
- sabes, me siento tan bien contigo desde el día número uno y me pareces una chica linda y demasiado interesante. No sé si algún día llegáramos a ser más que amigos pero estoy seguro de que serás de esas personas que siempre querré en mi vida y que no olvidaré.
Después de esa declaración que no supe muy bien como tomarme se acostó en el césped y me invitó a hacer lo mismo, esa noche viendo las estrellas junto con el me di cuenta de que ya no habría vuelta atrás y que me estaba empezando a gustar Chaze de una manera en la que nunca nadie me había gustado antes.
YOU ARE READING
El Verano De Mi Primer Beso
RomanceEl primer amor suele ser de las experiencias más esperadas de la adolescencia, pero ¿que pasa si aún no lo has vivido? o ¿si aún no has dado ni tu primer beso?. Max era una chica de 17 años que aún no había experimentado nada de eso, era más de verl...