Como un sentimiento que no se puede borrar...
---Venga, que no te puedes poner así...
---Quizás decidió dar una vuelta y ya.
Los comentarios de sus amigos no ayudaban a calmar su preocupación. Su mirada permaneció fija en la foto que tenían más reciente. En ella Quackity aparecía sonriendo como pocas veces lo hacía. Mientras él le abrazaba.
Con aquella mirada que siempre mostraba en las fotos, y la diversión en los ojos de Quackity era totalmente evidente.
Felices.
¿Se habría arrepentido de lo que paso anoche? ¿Lo había obligado? Negó, posando sus manos sobre su rostro, dejando caer el móvil al suelo.
Alex, quien bebía una cerveza, recogió el móvil, mirando la fotografía con atención. Rió, pasándole el móvil a Mangel.
---Con razón tienes esa mirada de pérdida, tío ---racionó. Sonriendo ligeramente.
Alex asintió, mirando la foto con atención ---Tienes razón. ¿Estaban juntos o solo eran de una noche?
---¿Pero qué cojones están diciendo? ---dijo Rubén aún con el rostro escondido entre sus manos.--- Quackity no es ese tipo de persona. El... bueno, ayer...
---Rubius... ¿qué sucedió anoche?
---Yo...
Ambos chicos le miraron expectantes. A la espera de lo que sea que fuera a decir. Sin importar el tiempo. A sus miradas que parecían querer perforar su alma. Tenía miedo de decirlo. Por lo que ellos...
"Te amo..."
Ese susurro resonó en su mente como una promesa perdida de color. Parpadeó. Sin saber porque lo había sentido tan suyo. Tan profundo en su alma. Recordó lo ocurrido la noche anterior.
Y supo entonces, que lo que sus amigos pensaran no le importaría nunca más.
Porque había amado a Quackity aquella noche. Lo había besado con amor. Con pasión. Había olvidado sus miedos.
Había probado sus labios. Había sonreído mientras le hacia el amor. Porque eso habían hecho. El amor.
Por muy jodidamente cursi que sonara.
Sonrió. Una sonrisa que sólo trajo confusión a sus acompañantes.
Se levantó, tomando su móvil de las manos de Mangel y sonriendo en grande. Con una fuerza nueva naciendo en su pecho.
Estaba enamorado. Sabía que ya sentía algo por el menor mucho antes de lo ocurrido anoche, pero sentir ese calor...
Esa sensación de que hay algo muy bueno esperando.
Esas ansias. Ese amor.
Se giró para mirar a Alexby y a Mangel, ambos chicos le miraron confundidos.
---¿Qué... qué paso anoche, Rubén?
Con una felicidad nueva, Rubén se acercó a sus amigos, abrazó a Alexby efusivamente, y después tomó a Mangel entre sus brazos, dándole una vuelta y besando su mejilla sonoramente.
---¡Paso algo bueno!
Confundidos, ambos chicos se miraron entre sí ---¿Qué, tío...?
El castaño rió, guiñándoles un ojo antes de tomar el pomo de la puerta ---Me enamoré, par de gilipollas.
Y salió del departamento.
»»»
Quizás decir aquello había sido arriesgado, pero no tenía nada que esconder, nada de qué avergonzarse. Iba a jugársela. Porque si por alguien valía la pena el riesgo, era Quackity. Vaya suerte de mierda.
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𝐏𝐄𝐋𝐈́𝐂𝐔𝐋𝐀 𝐄𝐐𝐔𝐈𝐕𝐎𝐂𝐀𝐃𝐀 × ʳᵘᵇᶜᵏⁱᵗʸ
Short Story𝗟𝗼𝘀 𝗲𝗿𝗿𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗻𝗼 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗻 𝗺𝗮𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗶𝗴𝗼. 𝗔 𝘃𝗲𝗰𝗲𝘀, 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗻 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮 𝘂𝗻 𝗽𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗲𝗿𝗿𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗱𝗲𝘀𝗲𝗻𝗰𝗮𝗱𝗲𝗻𝗮𝗿 𝗹𝗼 𝗻𝗼 𝗱𝗶𝗰𝗵𝗼. 𝗟𝗼...