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Había terminado de comprar todo lo que necesitaba y me encontraba en la estación, obviamente estaba sola ya que la señorita Olympe estaba muy ocupada con su "amigo" como para notar mi ausencia.
Según mi información debía llegar al andén secreto 9 3/4 situado entre los andenes 9 y 10 pero al llegar a ese respectivo lugar pude ver a una familia totalmente dispersa y una madre tratando de poner orden.

- Vamos, George, tu primero cariño.

- Mamá, yo soy Fred. - dijo aquel pelirrojo.

- Oh Fred, perdón hijo, ve tu primero.

- En realidad era broma, yo soy George. - contestó mientras corría y traspasaba aquel muro.

- Y yo soy Fred. - mencionó por último el otro chico que también traspasó el muro de la misma forma.

Me causo gracia esa escena de aquellos gemelos pero trate de contener la risa ya que iban a pensar que estaba escuchando conversaciones ajenas lo cual es cierto.

- Harry, Ron ustedes irán juntos. Yo luego pasaré con Ginny. - mencionó esa misma señora de cabellera pelirroja.

Los dos chicos asintieron y traspasaron aquel muro de la misma forma, yo solo me quede esperando atrás de ellos para poder hacer lo mismo pero antes de eso pude ver que aquella mujer notó mi presencia detrás de ella.

- Oh cariño, ¿quieres pasar primero? - dijo esa misma mujer dándome el pase.

Estaba tan nerviosa que no podía hacerlo si alguien me estaba mirando. ¿Y si lo hago mal? ¿Y si chocó contra el muro y todos se ríen de mí? ¿Y si me golpeo tan fuerte y terminó con una contusión? Se que estaba exagerando pero pasar vergüenza al frente de muchas personas era uno de mis peores miedos.

- No tranquila, no tengo apuro. Pase usted. - dije tratando de evitarla.

- Oh, puedo notar cuando es la primera vez de alguien.

¿Cómo demonios se dio cuenta? Ya comencé a ponerme nerviosa.

- ¿Se me nota mucho? - dije con un risa nerviosa.

- Digamos que bastante. - rio ante eso y se acercó a mi tomándome del brazo. Yo quede algo impactada por ese tipo de confianza. - Ven, pasaremos las tres juntas y sin miedo.

Asentí algo insegura y me quede observando ese gran muro, otra vez las cosquillas en mi brazo izquierdo se hicieron presentes. De un instante a otro pasamos por ese muro como si nada.

- Lo hice. - susurre en voz baja.

- ¿Vez? No era tan complicado - dijo aquella mujer riendo y soltándose de mi agarre - Que tengas buen comienzo. - mencionó por último para retirarse con su hija.

- Muchas gracias. - dije antes de perderla de vista.

Mire un momento el tren y pude notar toda la gente que se encontraba allí, niños de primer año, segundo, tercero, estaban todos y muchas padres no cabe mas decir.
Cuando mire aquella entrada puede ver a un señor bien grande y barbudo haciéndome señas para que me acerque a él, siendo sincera se me hacía muy conocido así que me dirigí a él.

The RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora