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L. HeeSeung.

— ¡mío! — eso de tener tres hijos era interesante, tuve una media hermana, pero nunca fuimos cercanos y ella no estaba ni interesada en buscarme, nunca supe que era tener hermanos ni como relacionarme de una manera familiar, por eso me sorprendió tanto de ellos.

— ¡mío! — JunKyu y BeomGyu se estaban peleando por un balón pequeño, desde que habían aprendido a caminar solo andaba de arriba a abajo como si tuvieran hasta la energía que a mí me faltaba.

Habían aprendido a caminar cuando yo estaba comiendo en el sofá y los tres estaban en el suelo sin dejar de mirarlo, querían las galletas que mi esposo se comía con mucho descaro frente a ellos, así que dieron sus primeros pasos por galletas, ¿Cómo debería sentirme al respecto? mis hijos habían caminado por comida, los tres y al mismo tiempo, al menos no habían sido como Jake que había caminado por alcanzar el bolso de su madre.

Además de que sus primeras palabras dijeron mucho de su personalidad, JeNo dijo "no hagas eso" cuando me vio besándome con su padre, JunKyu dijo "comida" debo decir que era claro el que comía más, BeomGyu dijo "mío" la misma palabra cuando era un bebé.

— mío, mío.

— no, no, nadie se pelea en esta casa — Jake intervino en la pelea tomando el balón entre sus manos, aprovechando que mis hijos eran demasiado bajos.

— ahora abrazo — los dos se abrazaron de mala gana — ahora beso — mis hijos se besaron la mejilla y cada quien se fue por su lado y Jake sonrió satisfecho.

— vaya forma de arreglar los problemas — le dije a mi esposo.

— así mi mamá me hacía disculparme con Ni-Ki cuando peleábamos — sonreí al verlo ser tan buen padre así que me acerqué a él mientras cocinaba de espaldas.

— no hay nada más sexy que un buen padre — bese su nuca, acaricie su rubio cabello con mis dedos.

— oye, oye, no debemos ponernos de calientes cuando los niños están ahí — señaló con la espátula a los tres niños que estaban ahí en el comedor jugando ahora con unos bloques.

— están muy ocupados en su mundo, igual la comida ya se le quemó — JaeYoon bufó al ver que era verdad y su carne era casi carbón.

— me odio.

— ya, ya — lo obligué a girarse mientras empezaba a besarlo lentamente, era como si no existiera nada más pero entonces BeomGyu me empezó a jalar de mi camisa mientras graba sus peculiares palabras de siempre "mío".

— mío, mío — así era mi vida ahora, mis hijos solían gritar si tocaba a su "mamá" así que nuestra vida como esposos ya había quedado en cosa del pasado al menos cuando ya era muy, muy tarde y los niños dormían en silencio en la otra habitación eran nuestros momentos románticos.

♡❜

— Yoonnie alza más la pierna.

— no, espera, ¿qué mierda haces? ya está adentro — todo en medio de susurros y movimientos suaves porque un ruido fuerte podría hacer que los niños se despertaran llorando.

— ok, solo deja que... demonios.

— ¿qué?

— se rompió.

𓏲  𝗖𝗿𝗼́𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗲𝘀𝗽𝗮𝗻𝘁𝗼𝘀𝗼 𝗲𝘀𝗽𝗼𝘀𝗼 #𝗛𝗲𝗲𝗝𝗮𝗸𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora